Huellas

Mario Alegre Barrios

En esa ocasión, mientras pensaba en ellos, pensé también en las huellas de otras dos personas que de alguna forma han seguido las mías -no siempre, no ahora- pero que me han hecho pensar en sus pasos como los de quien por momentos busca un faro. No como discípulas -no soy maestro- pero sí como exploradoras que a ratos necesitaron una brújula que les confirmase que el rumbo que eligieron era el correcto.

Durante casi 25 años fueron numerosas las jóvenes -sí, todas mujeres, así suele ser en el periodismo- cuyos caminos profesionales se iniciaron cruzándose con el mío, no porque así ellas lo hubiesen querido, no porque yo las hubiese buscado, sino simplemente por la inercia de nuestros destinos.

Estas dos mujeres a las que me refiero querían ser periodistas y, al realizar su internado en El Nuevo Día, no les quedó de otra que hacerlo conmigo como editor, áspero, riguroso, poco delicado y con rostro de fiscal.

Llegaron ellas con el propósito de aprender y las recibí yo con la disimulada intención, no de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR