Huérfanos por el narcotráfico

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

Los años pasaron y María González (nombre ficticio para proteger su identidad) se marchó al área metropolitana. Allá, ya adulta, encontró una pareja y tuvo varios hijos. Su pareja, al igual que su padre, era otro narcotraficante. El ciclo comenzaba nuevamente, esta vez ella como la esposa del dueño del punto y para sus hijos y la vida en el narcotráfico plagada de sangre.

Actualmente no existen estimados en torno a cuantas personas han perdido a sus parejas en las guerras de los puntos de drogas en la Isla. No obstante, cálculos basados en la cantidad de asesinatos cuyo móvil es el narcotráfico y el promedio de hijos para las personas entre 20 y 34 años -rango que cubre la edad de la mayoría de las víctimas de homicidios-, sugieren que en la Isla desde el año 2000 entre 8,054 y 15,520 han perdido al menos uno de sus padres en las batallas por el control de los puntos de drogas.

"Esta es una población sumamente grande. Muchos quedan desamparados", dijo la demógrafa Judith Rodríguez. Aún el estimado más conservador implica un mayor número de personas que los municipios de Ceiba, Culebra, Florida, Las Marías, Maricao, Maunabo, Rincón y Vieques.

Se trata de un problema muy similar a otros países abatidos por el narcotráfico. De hecho, Gustavo de la Rosa, de la Comisión de Derechos Humanos en el estado de Chihuahua en México, estimó que para enero de 2010 la cifra de huérfanos por la guerra de los carteles en la Ciudad Juárez oscilaba entre 11,000 y 12,000 personas.

Según el criminólogo, Víctor García Toro, se trata de una población para la que no existen servicios a pesar que son víctimas indirectas y muchas veces inocentes del trasiego de drogas.

"A esos niños no se le dan servicios aún cuando muchos de ellos necesitan. Por la situación en que viven muchos de ellos se podría pensar que son casos de maltrato por negligencia. Y si los estimados cubren al 2000 podríamos inferir que han sido mucho más los afectados a través de los años", dijo García Toro. Esto, porque las guerras por el narcotráfico es un fenómeno que comenzó hace varias décadas en la Isla.

Más de una decena de expertos y familiares de personas que han estado directamente vinculadas al narcotráfico, explicaron o coincidieron en sus relatos en que el problema de la entrada al trasiego de drogas, las muertes y la miseria económica que ocurre luego es un fenómeno cíclico para las familias afectadas.

Especialmente con los varones, es...

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