Se nos hunde el bote

William Félix-Rodríguez, MD

La degradación del crédito boricua para nada es un ataque personal, racial o anticristiano contra el ciudadano puertorriqueño. Es la culminación de décadas de malbaratar dinero por administraciones que nosotros, los puertorriqueños hemos puesto al poder. Es precisamente esa conducta pasional que nubla nuestro juicio e incurrimos al mecanismo emocional inmaduro de señalar y no asumir la responsabilidad que nos corresponde. A pesar de todo, es una democracia donde el pueblo elige quien dirige el país.

Es una conducta escapista, interpretar la realidad del impacto negativo que esto conlleva a conveniencia propia y sencillamente resguardarse en conceptos nacionalistas, religiosos y hasta racistas con tal de "virar la tortilla" hacia quienes colocan el dedo en la llaga. Y nuevamente nos unimos de forma colectiva con un fin sin propósito y vano.

Por esa naturaleza pasional es que rajamos la papeleta y hacemos una cruz debajo de la Pava o la Palma, sin importar cuántos mediocres "cogen pon" por gritar dos o tres epítetos trillados, sin sentido.

Porque tal parece que todo aquel que se peine...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR