Identidad sexual forzada
Por Aurora Rivera Arguinzoni
arivera@elnuevodia.com
Desde los 4 años detestó el color rosa y prefería jugar con carritos y figuras de acción antes que con muñecas. Sus amistades eran casi todas varones y por eso otras niñas no querían jugar con ella. Esto comenzó a causarle problemas desde que estaba en preescolar.
"El más notorio fue el de la maestra diciéndole que los tenis de (el personaje) Bob The Builder no eran de nena, que los de nena eran los de Barbie... rositas y blanco", recordó su madre, quien pidió mantener la identidad de ambas en secreto para evitar mayores contratiempos.
El tema de la educación sexual en las escuelas ha cobrado auge en estos días, luego de que un obispo de la Iglesia Católica solicitara al gobernador Luis Fortuño enmendar la carta circular que establece la nueva Política Pública de Educación en Salud Sexual en las Escuelas del Departamento de Educación. El mandatario accedió.
Daniel Fernández Torres, obispo de Arecibo, pidió cambiar el lenguaje que establece promover el respeto a la diversidad sexual y al derecho de tener una concepción propia de expresión de la identidad sexual. "¿Significa, por ejemplo, que un varón puede ir a la escuela vestido de niña como parte de su propia concepción de los patrones de expresión de identidad sexual?", cuestionó.
"Si un niño o joven desea vestirse de niña manifestando su propia concepción de su identidad sexual podría prevalecer en una corte si es avalado por sus padres y no violenta ninguna de las reglas académicas de uniformidad y disciplina del plantel de estudio", dijo ayer la sexóloga Carmen Valcárcel.
"La educación sexual integral incluye diversos componentes que fomentan actitudes positivas que minimizan los prejuicios y señalamientos de las diferencias, y se centra en las similitudes como seres humanos racionales y pensantes. A través de la integración se logra el pensamiento crítico que fomenta el respeto a otros, independientemente de su apariencia, sexo, creencias, cultura, estatus social, nacionalidad, etcétera", agregó.
Además de atender el aspecto de respeto a la diversidad, la equidad y la prevención de la violencia y el abuso sexual, la Carta Circular 2-2011-2012 busca desarrollar destrezas de sexualidad responsable promoviendo -en primer lugar- la posposición de la actividad sexual, pero también el uso de métodos para prevenir embarazos y el contagio de infecciones de transmisión sexual en jóvenes sexualmente activos. Su aplicación será desde el...
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