Iglesia a favor de la igualdad
Por Keila López Alicea
keila.lopez@elnuevodia.com
De esta manera resumió el obispo de la Iglesia Metodista en Puerto Rico, Rafael Moreno Rivas, la postura de la Iglesia que dirige tras la aprobación de los proyectos para extender mayores protecciones legales a la comunidad lésbica, gay, bisexual, transexual y transgénero (LGBTT).
En medio del rechazo esbozado por diversos grupos religiosos a la aprobación de dos proyectos legislativos dirigidos a prohibir el discrimen laboral por orientación sexual y a extender la protección de la Ley 54 de Violencia Doméstica a todas las parejas, Moreno Rivas expresó que este no es un asunto que debe dividir a la sociedad puertorriqueña, sino que debe ser una oportunidad para recordar el ejemplo de Jesús y las bases de la fe cristiana.
¿Está de acuerdo con que se le garanticen más derechos a las poblaciones minoritarias?
Totalmente de acuerdo, el Gobierno debe hacer la legislación necesaria para que todos los grupos estén cobijados por todos los derechos. Una vez se pensó que no había que legislar para proteger a la gente de color porque los negros -como es mi color- no podíamos entrar a ciertos lugares y no podíamos tener ciertos derechos que aún nos quieren negar. Todo lo que proteja a cualquier grupo se debe hacer.
¿Qué piensa de los proyectos aprobados en la Legislatura?
Cuando hablamos de trabajo, queremos que todas las personas -independientemente de quien sea- tenga los mismos derechos y no se debe discriminar contra ellos. Independientemente de las discrepancias y las dudas que podamos tener, cualquier proyecto que promueva la igualdad entre los seres humanos, debemos apoyarlo.
¿Cuál es la opinión de la Iglesia Metodista sobre las personas homosexuales?
Lo primero que tenemos establecido es que no promovemos la conducta homosexual. Entendemos, inclusive, que lo que dicen los textos es que no es compatible con las enseñanzas cristianas. Por esa misma línea, en términos del matrimonio, entendemos que debe ser entre un hombre y una mujer. Pero inmediatamente que se dice eso, entendemos que la vida es santa, todo ser humano tiene una dignidad y una santidad que nos viene de Dios y la Iglesia metodista tiene sus puertas, corazones y mentes abiertas para todas las personas. (...) El Jesús que vemos es el Jesús que amó a las personas que eran diferentes en aquella época, inclusive los enfermos, los leprosos, los gentiles y los griegos. A esas personas, Dios en Cristo los alcanzó. No promovemos la conducta...
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