IMAGINAR EL FIN DEL MUNDO
Por Ana Teresa Toro
ana.toro@elnuevodia.com
Porque sucede que el calendario Maya se acaba hoy y el revuelo mundial por la fecha, interpretada como una nueva profecía del fin, le ha dado al mundo una oportunidad de volver a imaginar el fin del mundo. Tanto ha sido el furor que incluso la NASA emitió una comunicación aclaratoria en la que establecen que no hay base científica para temer o para pensar que los Mayas tenían razón y que se nos acaba el pan de piquito o, lo que es peor, se nos extingue el planeta. Aún así la fecha -por absurdo que le parezca a muchos- una vez más ha sacudido el globo porque, como escritores y creadores de todas las disciplinas artísticas han advertido, existimos porque nos narramos y toda narración suplica un final.
"La ficción nos hace ser verdadera y complejamente humanos", sentencia el escritor Jorge Volpi en su ensayo Leer la mente, en el que establece el rol de la capacidad humana de ficcionalizar e imaginar no como mero entretenimiento sino para su supervivencia como especie que lucha por crecer a la velocidad de su mente.
El físico y astrónomo Daniel Altschuler nos advierte que han sido más de 130 las fechas que, en la historia de la humanidad, se han propuesto como el día del fin, siendo el más reciente el famoso Y2K del principio del milenio. Y el mundo... bien gracias. Sigue aquí pero Lavoe tiene razón y nada dura para siempre.
"Si miramos lo que hemos aprendido en los últimos cien años es cierto que el mundo, nuestro planeta, ha tenido un comienzo. Sabemos bastante bien cuándo y cómo se formó hace unos 4 mil millones de años y sabemos algo sobre su final", explica Altschuler para quien es indispensable hacer disponible el conocimiento científico, sobre todo ante temores como el que estas ideas generan, por la cantidad de decisiones peligrosas que pueden tomarse.
"Nuestro sol y la tierra se formaron más o menos en la misma época y nuestro sol, como todas las estrellas, se transforman, mueren y dejan de existir como estrellas. Sabemos que sin el sol nuestro planeta no podría seguir existiendo pero eso ninguno de nosotros lo va a presenciar, eso está a unos 4 mil millones de años más", puntualiza no sin antes recordar que ese tipo de cálculos es posible gracias al amplio conocimiento científico que se ha desarrollado en torno a la estructura de las estrellas y la evolución estelar. "Las estrellas son sistemas simples que te permiten hacer esos cálculos", dice.
Pero mucho antes del desarrollo de ese...
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