IMPULSO AL DESARROLLO JUVENIL

Un mural verde y azul, con el dibujo de una bombilla y la frase “Be creative”, engalana desde este verano las instalaciones del Programa de Desarrollo de la Juventud del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), en Hato Rey.

La pintura fue diseñada y elaborada por varios jóvenes que fueron parte de la Experiencia de Empleo de Verano 2017. La iniciativa conjunta de los programas de Desarrollo de la Juventud y de Desarrollo Laboral del DDEC, que comenzó a principios de junio y culmina a finales de este mes, impactó a unos 50 adultos de 18 a 24 años, de escasos recursos, que abandonaron la escuela o la universidad y no tenían trabajo. Su propósito es motivarlos a retomar sus estudios e insertarlos en el mundo laboral.

La mayoría de los jóvenes se enteró de la iniciativa al acudir a centros de servicio del Programa de Desarrollo Laboral alrededor de la isla a buscar empleo, lo que les motivó a solicitar y pasar por un proceso de entrevista para ser seleccionados.

Roberto Carlos Pagán, director del Programa de Desarrollo de la Juventud, informó que los participantes trabajaron a tiempo completo durante un mes, en el que brindaron apoyo a las labores cotidianas del DDEC y recibieron dos talleres semanales sobre liderazgo, manejo de autoestima, manejo de finanzas personales, ofrecimientos académicos de universidades del país, cómo elaborar el resumé y cómo hacer buena entrevista de trabajo, entre otros temas. Con una inversión de aproximadamente $123,000 en fondos federales, se costeó el salario mínimo de los jóvenes y otros gastos de la iniciativa.

“Del primer grupo de 27 jóvenes participantes, 13 fueron entrevistados por El Mesón Sándwiches, de los cuales 11 fueron contratados. Otro fue contratado por una compañía tecnológica y cuatro decidieron regresar a la universidad”, resaltó Pagán. “De ese grupo, a la mitad la pudimos insertar en la fuerza laboral y ayudarlos a adueñarse de su futuro”. Del segundo equipo no hay cifras, pues al cierre de esta edición no había culminado su participación en la iniciativa.

Entre los participantes hasta han surgido potenciales ideas de negocios. Tal es el caso de Belmaris Figueroa, de 22 años y residente de San Juan, quien contó que solicitó ingresar a la iniciativa luego de que no pudiera trabajar en lo que estudió –un curso técnico de fotografía digital– por carecer de dinero para adquirir una cámara profesional y otros equipos. Una vez en el Programa de Desarrollo de la Juventud, pasó el verano...

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