Incredulidad ante el suicidio de adolescente

Por Javier Colón Dávila

jcolon@elnuevodia.com

Nadie pareció notar algo extraño.

Ayer en la mañana, Jaenelliz Santana Torres, de 14 años, se convirtió en el tercer menor de edad en lo que va del año en quitarse la vida, cuando se ahorcó con una sábana en la lavandería de la casa de su abuela en la urbanización Río Blanco Heights, en Naguabo.

Su padre, Manuel Cruz, no niega haber tenido una relación distante con su hija. Cuando la pequeña no había cumplido el año de nacida, la entregó en compañía de su entonces esposa y madre de la niña, Janette Santana, a la abuela materna de la menor. De hecho, su niña lleva los apellidos de un tío, indicó el capitán Jorge Luyando, del CIC de Humacao.

Cruz visitó ayer la residencia en que se crió su hija, y no encontraba respuestas a lo sucedido. "A mí no me han dicho nada", expresó Cruz, separado hace año y medio de la madre de Jaenelliz.

Cruz, quien vive en Juncos, contó que veía muy poco a su hija, cuando llevaba al otro niño que procreó con Janette a la casa de su abuela para que compartiera con su hermana.

Jaenelliz se une a una tendencia preocupante. Entre mayo y junio, con apenas días de diferencia, dos menores tomaron decisiones similares. El 31 de mayo, se quitó la vida Julissa Bonilla Franco, de 13 años y residente en Coamo, y el 7 de junio, Jeffrey González Torre, de 14, se ahorcó en su residencia en Villalba.

A la casa de Jaenelliz se presentó ayer en la tarde Drachir Fry Resto, una amiga suya. Fueron vecinas hasta el tercer grado, cuando Drachir se mudó a Fajardo.

Hace unos meses...

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