Indecisos

Francisco J. Vacas

Incoloros por vocación apartidista, de intenciones electorales opacas, de consistencia blanda y amorfa, como "gummy bears" de la democracia.

Son los indecisos. Un colectivo que crece exponencialmente a medida que decrece el plazo de la cita con las urnas. Los hay de dos tipos básicos: los indecisos "light", que se muerden las uñas y se arañan el rostro ponderando con qué partido desperdiciar su sufragio, y los radicales hamletianos que han reducido su duda existencial a dos categorías opuestas por el vértice: votar o no votar, that is the question.

Decía que son heterogéneos, pero debí haber dicho heteróclitos, porque cada cual es de su padre y de su madre. Están los desencantados, los apáticos, los tránsfugas hacia ninguna parte, los resentidos, los escépticos, los veletas, los perfeccionistas, los negacionistas, los de piel sensible, los idealistas, los whatever cualquier cosa. Componen una abigarrada multitud, pero comparten una preciada posesión, ávidamente apetecida en los hábitat antropófagos de los postulantes al poder: su papeleta electoral.

Ante ellos se presenta, Barack Obama "Potter", solo porque ganó solo; desarmado porque a la varita mágica se le acabó la batería...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR