Indigestos

Yara Liceaga

Todo el que frecuente los conocidos restoranes participantes de dicho programa, que pretendía alimentar a un sector de los beneficiarios del PAN -ancianos, destechados, discapacitados- sabrá que, para empezar, dichos lugares son carísimos para alguien que dependa exclusivamente de ese dinero para comer día tras día. Siete u ocho dólares por "sentá'", si una persona decidiera hacer las tres comidas en dichos lugares estaríamos hablando de seiscientos treinta dólares al mes (que dista mucho de los ciento veinte dólares que se conceden por caso).

Se cae de la mata, pero es evidente que hay que recalcarlo: la grasa de las papas fritas, el material de la masa de la hamburguesa o los "pollitos" deshuesados, la soda son alimentos con poco o ningún valor nutricional. Si estamos hablando de una población a la que se le dificulta una rutina diaria de ejercicios y que seguramente el plan médico que le cubría ahora ya ni saben cuál es ¿a cuál serio problema de salud pública desea el Gobierno llevar a esa población, que a todas luces es la más...

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