Inevitable enfrentar la muerte
Por Keila López Alicea
keila.lopez@elnuevodia.com
"En Puerto Rico todavía hace falta cultivar el conocimiento de lo que es el proceso de morir y no verlo como algo negativo. Es parte de vivir. El vivir implica morir y tenemos que desarrollar una visión menos negativa del proceso", expresó el sociólogo José Rodríguez.
Como sociedad, el tema de la muerte se evade. La práctica inicia con los niños, cuando se evita que los más pequeños asistan a funerales o se les esconde la noticia de que un ser querido falleció, relató el sociólogo. Aunque en ocasiones esto se hace con el fin de proteger al menor, que posiblemente no tenga la madurez para comprender lo que sucede, sostuvo Rodríguez, al final se aprende que de la muerte no se habla.
Esconderles a los ancianos la noticia de que alguien cercano falleció y hasta creer que hablar de la muerte la puede "atraer" son otras de las formas de cómo se le da un matiz negativo al fin de la vida.
"Si alguien pregunta, 'mira, ¿has pensando en tu muerte?' lo que muchos contestan es 'ay, no, cómo yo voy a pensar en eso'. Y eso crea problemas de qué van a hacer los sobrevivientes, qué se hace con el cuerpo, qué se hace si la persona estuviese en un respirador... Los testamentos tampoco se hacen y no se sabe a quién se le van a dar las cosas. Todos esto está asociado a cómo he de morir, pero la gente no quiere pensar en eso", sostuvo Rodríguez.
"No es que las personas estén temerosas de morir, todos saben que van a morir, pero no les gusta pensar en la forma que vas a morir. Para ambas cosas se necesita crear un poco más de conciencia para hacer esa transición menos traumática", añadió el sociólogo.
No importa cuántas veces entidades como LifeLink y empresas de servicios funerarios insten a las personas a hacer planes e informar a sus familiares si quieren donar sus órganos o ser enterrados o cremados al terminar la vida, la muerte es un tema tabú en muchos hogares. Esta falta de diálogo crea momentos de tensión cuando los sobrevivientes no se ponen de acuerdo sobre estas decisiones, dijo Rodríguez.
No tan solo no se quiere pensar en la muerte propia, sino que mucho menos en la de las personas que queremos, señaló el sicólogo clínico David Meléndez. Ni siquiera cuando hay una persona con una enfermedad crónica o de edad avanzada se toca el tema para no pecar de ser cruel, comentó el sicólogo.
A raíz de esto, el proceso de duelo se vuelve insoportable para algunos y produce o exacerba condiciones ya existentes...
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