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Innovación y empleos

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Por Graham Castillo y Joaquin Villamil

Ahora bien, la mayor preocupación de los gobiernos, incluyendo al nuestro, es la creación de empleos. Obviamente, esto requiere el establecimiento de actividades económicas que sean más intensivas en mano de obra. El reto está en cómo conjugar esa necesidad con la tendencia a mejorar la productividad y por ende la competitividad.

Lo que queda claro es que el crecimiento económico ya no, necesariamente, se asocia con la creación de empleos, en gran medida por la tendencia hacia mayor uso de tecnología. Anteriormente, se podía partir del supuesto que el crecimiento traería consigo la creación de empleos. Ya no es así, y ese es el problema que se ha mencionado en Estados Unidos para explicar el por qué la tasa de desempleo no cede. En Puerto Rico, se agudiza porque la incorporación de nuevas tecnologías ocurre en un entorno de cero o muy poco crecimiento.

¿Qué hacer? Puerto Rico no puede aislarse de las corrientes tecnológicas y no puede correrse el riesgo de perder competitividad. Por eso son necesarias dos estrategias paralelas, según se recomendó en el Simposio que organizó Estudios Técnicos, Inc. recientemente. Primero, mantener un sector manufacturero de alta tecnología, competitivo en el contexto global y orientado a la exportación. Segundó, paralelamente, poner en vigor un programa de estimular un sector de empresas locales orientado al mercado interno, caracterizado por ser más intensivo en mano de obra.

Es importante conocer la naturaleza de la desocupación en Puerto Rico pues el desempleo no es homogéneo. Puerto Rico tiene características que es necesario considerar en la puesta en marcha de programas dirigidos a crear empleos.

Una es que el desempleo entre jóvenes de 16 a 24 es 36.8%, mientras que en las edades superiores es significativamente más bajo. Lo mismo ocurre cuando uno mira estas cifras por nivel educativo. En aquellos con escuela secundaria o menos, el desempleo es 23.1% y en los que únicamente terminaron escuela secundaria es de 18.9%. En aquellos con bachillerato o un grado superior, el desempleo es de 3.1% y se redujo en la década. El mensaje es claro, la educación importa.

Lo que nos dicen estos números es que, a corto plazo, el esfuerzo de crear empleos debe centrarse en estimular actividades que provean empleos a personas jóvenes...

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