Un año inolvidable

Por Carlos Rosa Rosa

crosa@elnuevodia.com

La imagen del golpe crea conmoción. Es alarmante.

El boricua Eddie Rosario fue protagonista de uno de esos la pasada temporada de las Menores con la organización de los Mellizos de Minnesota.

El 12 de junio, el equipo Beloit, a nivel Clase A, se preparaba para un partido. Era la práctica de bateo previo al desafío y Rosario corría en tercera base. Por un momento se descuidó y un lineazo lo alcanzó en el rostro.

"Fue inesperado. Me quedé en 'shock'. Estuve consciente en todo momento, pero sí estuve aturdido como dos horas", relató el jardinero de los Indios de Mayagüez.

Agraciadamente, la pelota no lo golpeó directamente en la nariz. Fue en una mejilla, ocasionándole una fractura por lo que necesitó una cirugía para colocarle un pedazo de metal cerca del labio superior. Tampoco perdió ningún diente.

En un principio le informaron que perdería hasta dos meses de temporada, pero avanzó en su rehabilitación y retornó a las seis semanas.

"Gracias a Dios me recuperé bastante rápido. Al principio me asusté porque pensé que podía perder toda la temporada o que la organización no me dejara continuar jugando", dijo el joven prospecto al señalar que estuvo un mes comiendo "papa majada y sopa porque los dientes estaban muy flojos. Bajé como ocho libras... Fue difícil".

En agosto, Rosario regresó y aseguró que lo hizo sin temor.

Rosario viene de...

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