Las intermitencias del tiempo

Por Leyra e. gonzález Pérez

lgonzalez@elnuevodia.com

"Beckett juega con las cosas, con la confusión, es arbitrario y juega con el público. Nunca les deja algo claro y tampoco establece algo definitivo", explica el experimentado director Rafael Acevedo, quien, aunque habla con suma confianza sobre el trabajo del autor irlandés, no fue hasta hace poco que se sintió listo para llevarlo a escena.

Creer que el planteamiento de Beckett abarcaba las líneas de lo filosófico y metafísico fue lo que provocó esa distancia que logró borrar poco a poco mediante una investigación. No se daría por vencido hasta conocer, o al menos tener una idea más clara, de qué significó la obra para su autor.

"Hablé con amigos de Beckett en París, donde imparto talleres para actores, y me empapé un poco más de todo. Fue entonces cuando me di cuenta de que él lo que quiso hacer fue un planteamiento directo, real y sencillo sobre la inquietud y la soledad del ser humano en la Tierra", cuenta mientras recuerda las palabras de uno de los amigos poetas de Beckett: "'Rafael, no te inquietes, porque a Beckett no le interesaba la metafísica sino el hombre de aquí y ahora y su lucha consigo mismo' ".

"Ahí ya me sentí más cómodo para traducirla y ponerla en el escenario", afirma sobre esa revelación que marcó el inicio de varios meses de trabajo, entre cortar la trama y adaptar su lenguaje francés al puertorriqueño, que se completarán en el escenario a través del elenco compuesto por Ramfis González (Vladimir), Reynaldo Santana (Estragón), César García (mensajero), Jorge Antares (Lucky) y Ernesto Franco (Pozzo).

"Hice ajustes pero siempre respetando la visión del autor y el espíritu de la trama", asegura. En cuanto al montaje, Acevedo privilegia la intimidad entre el público y los actores contrario a otras puestas que, en salas más grandes, "no han sido favorecidas por la crítica". Además contará con música en vivo a cargo de un guitarrista y bandoneonista.

"Se dice que no pasa un día en el mundo en que esta pieza no se esté montando. Eso quiere decir que, aparentemente, es una obra que...

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