Inversión y reversión

JOSÉ CARABALLO CUETO

ECONOMISTA

Antes de Carlos Menem, Argentina era uno de los países latinoamericanos más desarrollados. Menem aplicó el neoliberalismo como nadie: privatizó casi todo; abrió incondicionalmente todos sus mercados (incluyendo los de capitales) a la competencia extranjera; minimizó la participación comunitaria y pública; ignoró la pobreza, la desigualdad y la creación de empleos; creyó que el apoyo a los poderosos beneficiaba a todos; realizó políticas procíclicas (por ejemplo, bajar el gasto gubernamental en recesión) y aumentó el crimen y la corrupción. La comunidad financiera (en particular las casas acreditadoras) lo aplaudía.

Kirchner hizo lo contrario: fortaleció el rol del gobierno mediante regulación y reversión de privatizaciones, apoyó el sector empresarial local y puso trabas a los competidores foráneos, mitigó la pobreza y la desigualdad, creó empleos y realizó políticas contracíclicas.

Kirchner dijo que no pagaría a los bonistas mientras hubiera pobreza extrema. Así...

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