Investiga la interacción de los virus

A los 15 años, el científico puertorriqueño Samuel Díaz Muñoz compartió algunas semanas durante un verano con el biólogo marino Carlos Diez. Desde entonces se enamoró de la biología."Me acuerdo que estaba en el bote, en medio de la investigación, cuando le pregunté si a él le pagaban por hacer eso. Me dijo que sí; que él era biólogo", relató.Desde entonces, Díaz Muñoz descubrió que quería dedicarse a lo mismo. Al cabo de unos años se graduó de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Cursos como el comportamiento animal, la ecología del comportamiento y la evolución, afinaron lo que lo apasionaba de la ciencia.Desde sus 10 años, realizaba caminatas, acampaba y disfrutaba ratos observando la naturaleza y viendo documentales.No nació en Puerto Rico, sino en Alemania, pues su padre pertenecía al Ejército de los Estados Unidos y se encontraba en la Fuerza de Defensa Federal en ese país. Sin embargo, se trasladó a Carolina del Norte y Colorado, hasta que llegó a la isla a los seis años. Su familia es de Arroyo y Guayama, aunque se crió la mayoría del tiempo en la ciudad capital."La UPR es todo para mí. Es la base y fundamento de toda mi carrera. En parte, por eso siempre he tenido la inquietud de contribuir estando desde lejos", admitió el investigador de 38 años.Tuvo su primer encuentro con la investigación científica en el 2001 cuando realizó su primer internado en el Instituto de Ciencias Marinas, en Virginia. Al año próximo tuvo su segunda experiencia en la Universidad de Colorado en Boulder, con el científico puertorriqueño Alex Cruz, en donde estudió el comportamiento de apareamientos en peces provenientes de República Dominicana.El científico fue seleccionado en el 2003 para realizar sus estudios doctorales en la Universidad de California, en Berkeley. En ese periodo fue que dejó la isla, relató.Para entonces, quiso trabajar el comportamiento animal en mamíferos, por lo que desarrolló su tema del doctorado en el estudio de los monos de Panamá."Desde un punto de vista evolutivo, se supone que sean (los monos) competitivos, especialmente los machos. Ellos no deberían compartir oportunidades de reproducción con otros machos. ¿De dónde sale esa evolución?", se cuestionó Díaz Muñoz antes de comenzar su investigación.Descubrió que esos machos comparten la paternidad de esa progenie. Aunque en algún momento ellos cuidarán a sus propios hijos, esos machos tienen parentescos, así que pueden ser...

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