Irreconocible Miguel Cotto en su retiro

Nunca entendí porqué Miguel Cotto se retiró sin haber aún peleado, aunque se comprende su interés en haberlo hecho en el Madison Square Garden, su catedral, y ante miles de boricuas, cuando lo común y tradicional es que se haga después de una derrota o un triunfo; pero en su caso le ha gustado siempre ser distinto e ir en contra de la corriente por ser su propio jefe.

¿Resultado? Un fracaso que le hiere el alma frente a Sadam Alí, de buena técnica y velocidad que casi le podía combatir con sus ojos vendados porque conocía de memoria sus patrones ofensivos y defensivos; y una una bolsa de solo $750 mil que para él es lo que se gasta al año en viajes y compras de joyas y ropa fina.

Desde que subió al ring se notó que su cuerpo no estaba musculado como en sus últimos pleitos, mientras Alí, que subía de la división welter, lucía mál alto de los 5-8 que anunció HBO y tonificado, con excelente movilidad y puntería.

Ciertamente, Alí se aprovechó de un Cotto sin la mentalización requerida para defender su cetro mundial júnior mediano de la OMB, pues el vocablo adiós le tendió la trampa del desgano y lo avejentó más de sus 37 años.

En vez de un ataque más calmado en los asaltos iniciales, Cotto salió a buscar un KO rápido, y en el segundo lo pusieron en mal estado, lo que se repitió dos...

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