La isla de los flamboyanes

Por Josefina Barceló Jiménez

jbarcelo@elnuevodiacom

Para sorpresa de muchos el flamboyán no es una especie nativa. Nos llegó de Madagascar, isla al sureste de África. "Es un árbol exótico que se ha adaptado a nuestro ambiente natural. Se ha naturalizado", dice González trazando su origen.

Florece tarde en la primavera y permanece florecido hasta principios de otoño. "En verano es que luce todo su esplendor".

Parecería que cambia de traje. Es que su flor va desde un rojo subido, y degrada a tonos anaranjados -más común-, hasta dar con el amarillo.

Tanta variación se debe, dice el dasónomo, a su genética. Por eso no hay garantía de que de la semilla de un flamboyán amarillo nazca otro amarillo. "Es preciso asegurarse y pedir un acodo de uno que sea amarillo". Suelen también confundirlo con la jacaranda, de flores azules, y hasta lo llaman flamboyán azul. "No es un flamboyán pues las hojas del jacaranda son más pequeñas".

Importante saber que no se puede sembrar donde plazca...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR