La isla se mira al espejo

Nos pasó un poco como a aquel Narciso de la mitología griega. Se decía, de aquel personaje, que iba a ser feliz mientras no viera su propia imagen, en su caso porque, de lo bello que era, se enamoraría perdidamente de sí mismo; pasión, como es obvio, imposible (o al menos muy difícil) de consumar. En el nuestro, el caso era lo contrario: al toparnos con el espejo chocaríamos con la pavorosa verdad de que no nos parecíamos en nada a lo que nos habían contado que éramos.Ciertas peculiaridades de nuestra situación política ayudaban en el proyecto de no vernos. Mas pasa que la verdad, como escribió el gran Pablo Neruda, "es amargo movimiento" y tarde o temprano atrapa hasta al más escurridizo. Puede huírsele por generaciones a través de valles, junglas, cavernas, laberintos y desiertos. Pero se llega siempre a donde se juntan el cielo y el mar y queda uno a merced de lo que mucho quiso no saber.En Puerto Rico, por el estado fantasmagórico, incorpóreo, en que vivimos, no siendo parte, sino una posesión de Estados Unidos, pero tampoco teniendo personalidad internacional, somos a menudo invisibles para la comunidad de países soberanos y para la estadounidense.Por eso, no es raro que cuando se hacen los estudios de "los países más esto" o "las naciones más aquello" no aparezcamos ni en clave. A veces estamos como por magia o en otras nos enyuntan con Estados Unidos, del que somos tan distintos, a pesar de más de 120 años de ellos mandando aquí. Eso es igual a que no nos incluyeran.Una lista en la que nunca aparecemos es la del Banco Mundial sobre los países más desiguales del mundo. Uno debe suponer, pues, que está incluido en Estados Unidos, que en la versión de 2018 de dicha lista ocupaba el puesto (para los que gustan de las cábalas) 51, de 149. Pero, un grupo de académicos y funcionarios boricuas se dio a la tarea de medir la desigualdad aquí, sabiendo, porque se ve desde la luna, que en condiciones socioeconómicas Puerto Rico, colonia pobre, y Estados Unidos, la economía más grande del planeta, son tan distintos como el día y la noche.Casi 40 académicos tomaron la información socioeconómica de Puerto Rico del Censo de Estados Unidos, hicieron los estimados estadísticos mediante los cuales se determina la desigualdad, lo compararon con la lista del Banco Mundial y, ¡boom!, en mayo determinaron que somos el quinto país más desigual del mundo.El mes pasado, el Centro de Información Censal de la Universidad de Puerto Rico en Cayey actualizó la...

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