Jayuya con las mejores notas

Por Aurora Rivera Arguinzoni

arivera@elnuevodia.com

Vieques fue el municipio cuyos alumnos obtuvieron las calificaciones más bajas del sistema público de enseñanza el pasado año académico (2010-2011), mientras que Jayuya logró las mejores notas.

Datos de la Oficina del Sistema de Información Estudiantil (SIE), que el Departamento de Educación (DE) recopiló a petición de este diario, demuestran también que Culebra, Barranquitas, Orocovis y Naranjito (en ese orden) fueron los municipios con mayor porcentaje de A y B en las materias básicas -en conjunto- de ciencias, español, inglés, estudios sociales y matemáticas.

Los datos, analizados por este diario con la ayuda de dos estadísticos, revelan que Vieques, Cataño, Las Marías, Maricao y Manatí es donde más D y F se reportaron. Las C abundaron más en Loíza, Maricao, Ceiba, Trujillo Alto y San Juan.

En Jayuya el porcentaje de estudiantes con calificaciones de A y B fue de 68.8%, mientras que en Vieques fue de 45.5%. Por otro lado, el porcentaje de alumnos que culminaron el año con notas de D y F en Jayuya fue de 13.7%, mientras que en Vieques un 32% de la población estudiantil tuvo notas deficientes o fracasó.

Para el trabajador social escolar Orlando Sanes, con 31 años de servicio en el DE y destacado en una elemental de Vieques, el principal problema educativo en ese municipio es la pobre supervisión.

Además, maestros, estudiantes y padres consultados en la Isla Nena coincidieron en mencionar que la principal razón para el pobre desempeño académico es, en principio, el abandono por parte de Educación.

También destacaron la poca participación de los padres en los asuntos escolares.

En el caso de Jayuya, las buenas notas se atribuyen a la integración de personal docente, no docente y padres, según se observó en una visita reciente de El Nuevo Día a varias escuelas de ese municipio.

"Tenemos reuniones frecuentes, nos comunicamos por e-mails, mensajes de texto, incluso a maestros", indicó la directora de la elemental San Patricio, Olga Arroyo García.

Por su parte, la trabajadora social Carmen Robles Cruz destacó la integración de las familias y puso como ejemplo la construcción aún en progreso de una verja. "Hasta eso hacen en comunidad", dijo la funcionaria.

Aunque el DE suministró los datos, la agencia carecía de otras variables que hubiesen permitido un análisis más profundo sobre el desempeño de los estudiantes.

"Es mejor trabajar con cierta incertidumbre que trabajar con cero conocimiento"...

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