Jeiter

Miguel Rodríguez Casellas

Estas otras formas de dominación surgen de bien adentro, y hablo aquí de la presión de grupo, del poder horizontal, una fuerza doméstica que se instala con orgánica agilidad en ámbitos de convivencia cotidiana.

Así aparece proscrita la figura del "hater", el nuevo sujeto del desprecio e inoportuno traficante de la queja inútil. Su virtual criminalización no es producto de elegantes objeciones filosóficas, tampoco morales, proviene de un lugar en extremo ordinario, y es por ello que sorprende su creciente ubicuidad.

El "hater" es un término de la "high school" de claques y jerarquías idiotas, de nenes y nenas desconectados de cualquier cosa que no sea el juego hedonista, dizque apropiado para su edad. Es la dejadez adolescente, que de fase pasajera, quiere ahora ser la norma absoluta del intercambio adulto.

Doy la bienvenida al derecho a disentir, a articular discursos de diferencia, a combatir esta tonta demonización de la crítica y el lenguaje cáustico. Sospecho que son muchos los que resienten el tapaboca silenciador que constituye la caracterización de toda objeción como odio irracional. Y a todos ellos les digo: grita, pataletea e indígnate, no le...

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