John Paul

Yajaira Rodero

Tiene por abuela una Muñeca que desde espacios mágicos cuida sus pasos como antes cuidó los de su mamá. Sus tíos y su abuelo le enseñarán a correr bici y, antes de que cante el gallo, estará haciendo acrobacias. Por amigas, las huidizas palomas de la Plaza de Roosevelt, fieles compañeras de lúdicas aventuras.

Desde ya construye sueños que son enigmas y su futuro se erige sobre esperanzas. El país, como John Paul, necesita amor y protección. Hoy es vital un respiro, una pausa del cinismo cotidiano. La reconstrucción del país es asignatura pendiente y urgente.

John Paul, Lucía, Joaquín, Esteban, todos merecen otro país posible y necesario. Con el nuevo año llegarán las promesas electoreras, sacos rotos de promesas incumplidas.

Lo único bueno que trae el año electoral es el bisiesto que suma a mis años. Lo demás, como dijo el poeta, "humo esfumándose en el cielo".

John Paul y todos deseamos un Puerto Rico que no se nos esfume manchado de infamia e ignominia. Puerto Rico necesita a John Paul para su supervivencia y John Paul a Puerto Rico para su vida.

Rehúso dejar la tarea en manos...

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