Júbilo en Houston por Zack Greinke

En cuestión de minutos, los Astros de Houston pasaron de legítimos contendores para avanzar a la Serie Mundial a convertirse en grandes favoritos para llevárselo todo en el Clásico de Otoño.Restando algunos minutos para que se cumpliera la hora límite para realizar cambios de jugadores en las Mayores el pasado miércoles, los Astros sorprendieron al mundo del béisbol con la adquisición de Zack Greinke, uno de los mejores lanzadores de esta generación.De esta forma, Greinke, con marca de por vida de 197-122 y una efectividad de 3.36, se une a una rotación de probada calidad integrada por Justin Verlander (14-4, 2.73), Gerrit Cole (12-5, 2.94), y Wade Miley (9-4, 3.06)."En el papel nos pone favoritos para llegar a la Serie Mundial por encima de los Yankees por el pitcheo dominante y la ofensiva", dijo Alex Cintrón, entrenador de bateo de los Astros, a El Nuevo Día."Nosotros éramos los favoritos comoquiera en el papel para llegar donde estamos, pero creo que ahora eso nos puso número uno para llegar a la Serie Mundial y ganarla", amplió el boricua.Cintrón explicó cómo en cuestión de minutos, los Astros mejoraron de forma extraordinaria. Temprano en la tarde realizaron una movida para traer de regreso al receptor boricua Martín "Machete" Maldonado.Cintrón admitió que, al igual que varios de los miembros del cuerpo de coaches, comenzó a preocuparse al no escuchar de ningún otro movimiento mientras se acercaba la hora límite.Entonces vino la explosión y en un abrir y cerrar de ojos, Houston trajo en cambio a los lanzadores Joe Biagini y Aaron Sánchez, desde los Blue Jays de Toronto, y remató con Greinke desde Arizona a cambio de varios prospectos."En un momento dado sabíamos que Machete (Maldonado) venía. Entonces estábamos en el batting cage. Eran las 4:03 de la tarde y no habíamos escuchado nada", recordó con algo de angustia."De momento sale que habíamos hecho un cambio por Biagini. Nos quedamos en shock. Nos preguntamos: ¿no conseguimos a ningún abridor? Entonces Espada (Josué) —coach del banco— nos llama a...

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