Juez Y JUDOKA
Por Alberto C. Medina Gil
alberto.medina@elnuevodia.com
Esa dualidad -algunos dirían paradoja- rige la vida de Edgardo Rodríguez-Quilichini, quien 'de día' se desempeña como juez administrativo federal y, en su tiempo libre, compite como judoka master, modalidad de este deporte de combate para luchadores de nivel avanzado y mayor edad.
De hecho, a principios de este mes, se coronó en su categoría en el Campeonato Mundial de la disciplina celebrado en Canadá, donde derrotó a los mejores 'masters' a nivel internacional rumbo a subir al podio.
Ese triunfo fue, de cierta manera, la culminación de una tardía segunda carrera deportiva para Rodríguez-Quilichini. De niño, fue campeón juvenil de Puerto Rico y compitió con éxito en Estados Unidos. En 1984, sin embargo, decidió darle otro rumbo a su vida: colgó el judogi y comenzó una carrera de leyes en la que se ha desempeñado como abogado, defensor público, procurador federal y, ahora, juez.
Su regreso al deporte no fue del todo voluntario. Hace cinco años, comenzó a tener problemas de salud relacionados a su sobrepeso. El médico le diagnosticó diabetes e hipertensión.
"El doctor me dijo, 'tienes que hacer algo'", recordó Rodríguez-Quilichini. "Yo dije, 'concho, lo único que yo sé hacer es judo'".
Comenzó a entrenar nuevamente y los resultados no se hicieron esperar.
"Me empecé a sentir mejor y empecé a rebajar", apuntó. "Todo fue mejorando, mis niveles de azúcar, y todo lo fui superando ... El judo me devolvió la salud".
El regreso al tatami también le devolvió otra cosa a Rodríguez-Quilichini: el afán competitivo. En el 2007, fue al Campeonato Judo Masters en Quebec, Canadá, donde ganó medalla de plata en la categoría masculina de hasta 100 kilogramos (220 libras) para judokas de entre 40 y 44 años, y bronce en la categoría de 40-49 años.
El judoka-juez estuvo más que satisfecho con su desempeño, sobre todo dada su situación y el alto nivel de sus rivales.
"A este tipo de competencia van competidores que se han dedicado al judo: dueños de clubes, entrenadores, maestros de educación física... Compiten personas que han ido a Olimpiadas anteriormente", apuntó. "Mi profesión es totalmente sedentaria y venía de superar una condición de salud".
El año siguiente, Rodríguez-Quilichini regresó a ese torneo, celebrado esta vez en Santo Domingo, y se alzó con oro y bronce. Se fue de República Dominicana con la idea de competir en el Mundial de 2009, pero también con una lesión que no le permitió participar.
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