Jurado no logra un acuerdo

Entraron a sala en fila. Con rostros largos. Sin mirar hacia la mesa donde estaban sentados el exsenador Héctor Martínez y el empresario Juan Bravo.

Acomodados en sus butacas de cuero azul, los siete hombres y cinco mujeres del jurado escucharon al juez federal Francisco Besosa instruirles a no escuchar noticias, ni buscar información para ayudarles a resolver el caso.

Volvieron a salir de la sala 3 a las 5:25 p.m. sin mirar a Martínez y a Bravo para retomar el próximo miércoles el proceso de deliberación.

Ayer, el panel de ciudadanos que determinará si el dúo es culpable o no culpable deliberó durante seis horas y media sin alcanzar un acuerdo.

En ese período enviaron cuatro notas al togado. Besosa atendió la primera a las 11:45 a.m., una hora y media después de que el jurado se había retirado a deliberar.

En ese escrito, el jurado solicitó acceso a los testimonios de los 27 testigos que declararon durante el proceso. Pero pidieron iniciar ese repaso con los testimonios de Carlos Díaz, exayudante del otrora senador Jorge de Castro Font, y de Víctor Rivera, exasesor de Martínez y abogado personal de De Castro Font.

Tras consultar con los abogados y fiscales, Besosa envió una nota al jurado indicando que debía descansar en su memoria.

Luego del almuerzo, el jurado envió una segunda nota expresando que tenía dos “dudas”. Pidió una aclaración sobre el monto de $5,000 que imputa la acusación de soborno a cada acusado.

Aunque la acusación consignó esta cantidad, el Ministerio Público no estableció durante el juicio el monto del alegado beneficio que Martínez recibió. En el caso de Bravo, fundador de la empresa American Ranger, presentó evidencia que contenía conjeturas, pero no una cifra concreta.

El jurado también pidió saber si ante la ausencia de prueba “tangible del acuerdo” para cometer el soborno -como un correo electrónico, un pedazo de papel o un mensaje de voz- tenía que inferir la comisión del delito.

En esa ocasión, las partes acordaron responder al jurado que tenía que remitirse a las instrucciones escritas que guiaban su proceso de deliberación. Después enviaron una tercera nota solicitando una copia de las instrucciones para cada uno.

Esas dudas del jurado surgen porque los fiscales apoyaron su caso solo con prueba circunstancial. No presentaron prueba directa de que Martínez y Bravo se pusieron de acuerdo para pasar legislación a cambio de un viaje a Las Vegas.

Las instrucciones que el jurado utiliza para guiar el proceso de...

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