Juzgad justamente

WILLIAM HERNÁNDEZ

VICEPRESIDENTE INTERNACIONAL DE LA IGLESIA DE DIOS PENTECOSTAL

"Hazme justicia de mi adversario" fue la expresión de la viuda en la narración del escritor bíblico ante la indiferencia del sistema judicial de aquellos tiempos (Lucas 18). El patriarca Job compartió un sentimiento similar cuando pudo ver las injusticias que se cometían. Para este hombre piadoso, todo le parecía estar fuera de balance y sin control, aun en la justicia divina (Job 21).

Considero que en todas las épocas hemos tenido que experimentar decisiones que ante la opinión pública no han sido las más acertadas, hasta el punto de considerarlas erradas e injustas. La realidad que nos ha tocado vivir en el siglo 21 es que el mundo está lleno de injusticia. Los intereses particulares impiden la equidad en el trato en cuanto a justicia se refiere. Sentimos coraje e indignación con las injusticias de las cuales somos todos testigos.

En recientes semanas la injusticia de ver a niños y a adultos agonizar ante el efecto de químicos nocivos, sólo por el poder y la imposición de la autoridad. Quisiéramos que de alguna forma existiera un proceso que garantizara justicia el cien por ciento, que los sistemas judiciales internacionales, federales o estatales de los países de alguna forma encaminaran a la sociedad por un sendero de rectitud y justicia.

Salomón se dio cuenta de que, aunque era el rey de Israel, la justicia y la rectitud no eran norma en su nación. Observó que donde debía ejecutarse la justicia, permeaba la maldad y la corrupción. Las cortes eran un hazmerreír en cuanto a hacer justicia y los políticos, deshonestos. Este mal llevó a Salomón a reconocer que su nación estaba a punto de la intervención de Dios en cuanto a justicia y rectitud. Esta verdad lo asombró: algo estaba seriamente incorrecto. La maldad prevalecía donde el bien debía existir. Entendió que el Dios justo entraría en acción y haría algo respecto a este problema.

No podemos ignorar la preocupación en nuestro país por decisiones tomadas recientemente y la percepción general de que no concuerdan con las expectativas lógicas y razonables. ¿En qué criterios descansa el juicio? ¿Qué evidencias faltaron o surgieron en uno u otro...

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