Kiria 'superstar'

Por José Ayala Gordián

Para El Nuevo Día

El sábado no solo hizo historia al convertirse en la primera boricua en ganar una medalla en el boxeo femenino, disciplina debutante en los Juegos Panamericanos en Guadalajara, México, sino que le dio a la Isla su quinta presea de oro de la justa.

Y a su llegada al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, su gente del residencial Monte Hatillo se desbordó en celebración, estribillos y calor humano para recibir a su nueva reina.

Lo primero que dijo que la boxeadora de 21 años al ver a su hija, Angelianys Cruz Tapia, fue "¡Qué mucho te extrañé, mi amor!", sin poder contener sus lágrimas. Luego la abrazó su madre, Xiomara, y la cara de sorpresa que demostró al ver a los medios de comunicación valió un millón.

Su rostro mostró una sonrisa de esquina a esquina al ver a sus familiares, amigos y vecinos del residencial en las puertas de la salida de la terminal...¡y entonces estalló la fiesta!

"La realidad es que me siento como si fuera (el extriple campeón Félix) 'Tito' Trinidad. Esto ha sido una experiencia inolvidable y algo muy bonito. Me siento superorgullosa de toda mi gente, que me han demostrado que me quieren", resaltó una eufórica Tapia a su llegada al residencial Monte Hatillo.

Su llegada para el recibimiento de heroína en el centro comunal del residencial, sin embargo, se retrasó por casi una hora, pues tal y como hacía el pueblo boricua cada vez que Trinidad llegaba de una victoria, Tapia fue llevada en caravana por el residencial Luis Lloréns Torres, partes de Santurce y por la avenida Barbosa. En fin, el recibimiento fue parapelos, en especial para la nueva campeona panamericana de los 60 kilos.

Su grito de "¡Monte Hatillo!" levantó a los cientos que se dieron cita para...

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