Labios zurcidos

AMÁRILIS PAGÁN JIMÉNEZ

ABOGADA Y ACTIVISTA DE DERECHOS HUMANOS

¿Y por qué se resigna? ¿Será puro miedo? ¿Será que no reconoce su propio poder, el poder del verbo que anticipa la acción? Tal vez sea la desesperanza.

Sea lo que sea, es hora de remirar. En el referéndum hablamos como pueblo y nos fue bien. Aun cuando algunos políticos que han vivido a cuenta nuestra han tratado de crear una gran burbuja de miedo que nos calle de nuevo, esa victoria de la voz colectiva hay que mirarla con esperanza.

Hablamos entre nosotros, le hablamos al país, le hablamos a los partidos y esa voz triunfó. Los políticos de la vieja guardia están temblando, estudiando nuevas estrategias y escrutando los resultados porque saben que lo único más fuerte que el miedo (y aquí me robo una línea de una película famosa), es la esperanza. Y yo opino igual. El día que nuestra gente recupere la esperanza, cambiará el país.

Y es desde esa esperanza y desde la voluntad que debemos acercarnos al próximo evento electoral que nos espera. Pensar, proponer, preguntar y elegir un cambio dejaría patidifusos a los dos partidos que han basado sus estrategias de campaña y de trabajo...

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