SU LADO OSCURO

Por Juanma Fernández-París

Especial El Nuevo Día

Hace más de una semana Lindsay Lohan volvió a encarrilar su destino hacia la cárcel, cuando una joyería la acusó formalmente de robarse un collar valorado en casi tres mil dólares. Shia LaBeouf fue arrestado por alterar la paz después de un altercado con el novio de una fanática en una barra en Los Ángeles y Charlie Sheen ofreció pagar por el salario del equipo de producción de "Two and a Half Men" mientras completa su rehabilitación por los abusos constantes de drogas y de alcohol.

La reacción masiva a esto, tanto de los medios como del público, parece ser un suspiro colectivo que parece decir: "Típico de los excesos de la industria". Pero en el caso de los medios de comunicación en masa esto es seguido por un comportamiento que alimenta la fascinación del público con el lado oscuro de Hollywood.

Varios programas en CNN tienen recuentos de las bacanales de Sheen con estrellas pornográficas, TMZ está en la búsqueda del vídeo de la trifulca alcoholizada de la estrella de "Transformers" con un atleta común y corriente, mientras que los analistas analizan la ropa que usó Lohan en su primera vista en corte como si fuera un evento de alfombra roja.

Supongo que indignarse sería una reacción conservadora o hipócrita, considerando que estoy aprovechando la oportunidad para escribir sobre ellos. Pero mi motivación está directamente relacionada con mis interacciones con Lohan y LaBeouf como seres humanos y, específicamente , cuando todavía brillaba la inocencia de la niñez en sus ojos. Lo que me lleva a pensar que, aunque esto sea típico en el caso de ellos dos (otros dos para la lista de niños que fueron devorados por la industria que los convirtió en estrellas) y reprochable en el caso de Sheen, quien ha seguido cobrando un cheque semanal de $ 2 millones aun después de haberse declarado culpable de agredir a su ex esposa, será típico pero definitivamente se pude haber evitado.

Mi relación con Charlie Sheen es bastante parecida a los que no cruzan al otro lado de la pantalla y obtienen la información de las estrellas de los medios de comunicación. Pero con Lohan y LaBeouf la experiencia ha sido diferente porque, como periodista, he podido estar en primera fila en el deterioro de su carrera y presenciar las primeras señales de los problemas que, eventualmente, se manifestaron como escándalos de primera plana.

Mi primera entrevista con Lindsay Lohan fue para el estreno de "Herbie Fully Loaded" y, aunque...

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