Al otro lado del planeta

Singapur

Siempre ha sido un imán para los habitantes de lugares vecinos, desde su fundación hace 200 años. A continuación la historia de tres puertorriqueños que llegaron hasta este remoto lugar que han hecho de esta isla su lugar en el mundo. Los tres trabajan y viven en Singapur.

Emblemático de Singapur es el elegante edificio Marina Bay Sands, en la boca del río Singapur. Compuesto de tres rascacielos unidos en la cima por una plataforma curva de 340 metros de longitud, que sobresale en uno de los extremos como un bote pesquero en el firmamento, ha sido diseñado por el arquitecto nacido en Israel, Moshe Safdie, es propiedad de Las Vegas Sands, una compañía estadounidense, y está construido sobre terreno recuperado al mar.

Igual que el edificio, la ciudad-estado es moderna, con un historial de menos de 200 años, multicultural y cosmopolita, edificada gracias a la labor de su gente.

Esta pequeña isla, de 699.1 kilómetros cuadrados, fue adquirida de un sultán local por el inglés Sir Stamford Raffles, en 1819, y pronto se convirtió en un puerto de mucho movimiento gracias a su muelle profundo y a su estratégica ubicación en la punta del Extremo de Malaca. Hoy sigue siendo uno de los puertos de mayor tránsito del mundo y es también un centro principal de aviación.

Desde su independencia de Gran Bretaña en 1963, Singapur ha desarrollado varias industrias, como electrónica, petroquímica y servicios financieros. Hoy se enfoca en la puesta en marcha de industrias de alta tecnología, tales como energía limpia, biotecnología y medios interactivos y digitales.

La prosperidad económica se ha traducido en una calidad de vida envidiable. Regularmente se encuentra entre los primeros lugares para vivir para los expatriados. Una de sus más recientes críticas elogiosas es que es la primera ciudad asiática en la categoría de calidad de vida en la clasificación Mercer de 2011.

Sus habitantes originales malayos pronto fueron superados en número por los inmigrantes, principalmente mercaderes chinos y comerciantes indios. Estar abiertos al mundo sigue siendo una característica de Singapur, y hoy cuenta con una población de 5.18 millones de habitantes, de los cuales sólo 3.26 millones son ciudadanos singapurenses, y alrededor de tres cuartas partes de ellos son de raza china.

Las raíces chinas, malayas e indias de sus habitantes multiétnicos se han mezclado entre sí, especialmente a través de las política gubernamental, como las reglas de vivienda pública que no permiten que una sola raza...

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