Del lago a la montaña

Los Alpes

Por Wanda Mártir

La que sigue es la ruta alpina de cuatro días que este verano caminé junto a mi esposo y a mis hijos de 11 y 14 años. La caminata nos brindó la posibilidad de desconectarnos de los ajoros y de las tecnologías para entrar en un ritmo en el que cuerpo y espíritu se conjugan en el ritmo de los pasos al caminar.

Al viajero boricua que se anime a seguirme el rastro le recomiendo iniciarse en el senderismo alpino a través de caminatas guiadas o al menos después de una detallada planificación. Sólo así podrá enfrentarse a las dificultades y poder aún disfrutar de su cercanía al cielo.

Nuestra ruta comenzó con una aclimatización en el Lago de Constanza (Bodensee), un popular destino vacacional de Europa. Desde aquí se aprecia una impresionante vista de las cumbres alpinas. El turismo del lago se concentra en las ciudades de Lindau, Konstanz, Arbon en San Gallen, o Bregenz. Mientras que los pueblos ofrecen tranquilidad rural. Las oficinas de turismo ayudan a conseguir hospedajes económicos. Mi familia y yo fuimos recibidos en la finca de la familia Grübel, apicultores de la ciudad de Lindau.

Rodeados del verdor de las plantaciones de manzanos por donde se pasean sus abejas preparamos nuestras mochilas y revisamos los mapas y las descripciones de la ruta elegida. Semanas antes reservamos el hospedaje en los refugios de montaña (Hütte). La reservación es vital para tener un cuarto privado y no tener que usar el dormitorio común con otras diez personas. Los precios son económicos y van desde 15 a 20 euros por noche para los adultos aunque las comidas se pagan aparte. Los miembros de clubes de alpinismo como el American Alpine Club reciben un descuento.

Los refugios de montaña no son hoteles, son lugares espartanos en donde cubrir las necesidades humanas básicas de descanso, higiene y alimentación. El aspecto gastronómico suele estar bien atendido y enfocado en la cocina regional, pero es básico conocer los horarios y las reglas del refugio ya que en estas alturas el aprovisionamiento conlleva grande sacrificios.

De Lindau llegamos en auto a la estación de funicular de Golm en Latschau en el valle austriaco de Montafon. El viaje en tren o en autobús se hace desde Bregenz a la ciudad de Bludenz y de ahí a la estación de Tschagguns/Vandans.

En la góndola subimos 1,900 metros de altura hasta la cordillera de Rätikon mientras dejábamos la vista del lago artificial de Latschau a nuestras espaldas. Esta región es ideal para hacer...

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