Lamento venezolano

Por Joel Ortiz Rivera

Enviado Especial

Los Indios, con su victoria, frustraron la "final soñada", como algunos medios locales definieron la posibilidad de que los Navegantes de Magallanes le disputaran la corona al campeón defensor, México, y ayer el ambiente en el Estadio Nueva Esparta era diametralmente opuesto al día anterior.

Se redujo notablemente la multitud de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que cada día veló los accesos a las áreas restringida en la parte posterior del estadio y algunos de los quioscos en las afueras recogían sus bártulos; otros ya se habían ido.

"Hay tristeza porque aunque somos 'leoneros' y vino el Magallanes. No íbamos a Magallanes, sino a Venezuela. Triste, triste porque fue cuestión de suerte esa pérdida de ayer. No era el día de ellos ayer y perdimos, pero estamos aquí y vinimos al juego con ganas de gozar un ratito", dijo Yusmari Sánchez, quien ayer viajó junto a su esposo Henry Vivas y sus hijos Eric y Paola desde Barinas para ver la final.

Con la esperanza de ver a Venezuela en la final, estos compraron boletos adelantados para el partido y les tomó unas siete horas en auto de Barinas a Caracas y siete más en barco, para llegar a un estadio sin los Navegantes.

El comerciante Juan González Farías, un margariteño que estuvo casado con una boricua dijo "realmente... estoy contento porque ganó el mejor. Para mí el mejor es Puerto Rico y creo que van a ser campeones. Magallanes y Venezuela tienen un equipo...

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