Lección

Sofía Irene Cardona

En muchos países que se tienen por civilizados las condiciones de la enseñanza se han degradado absurdamente en nombre de la rentabilidad. Y la calidad de la educación, precisamente en el momento en que más necesitados estamos de apoyo, se lastima. Razones hay de más para indignarse.

Los finlandeses, pertinaces en medio de la crisis, sin embargo, destinan el 6.14% de su PIB (producto interior bruto) al sistema educativo. Es el país en el que los docentes tienen más poder de decisión y, sobre todo, más prestigio social. Ser maestro en Finlandia es tan distinguido como ser médico o abogado y la carrera es tan exigente que sólo ingresa el 20% de los aspirantes. Sus escuelas se mantienen pequeñas para garantizar el trato personal a los alumnos. Como resultado, se jactan de contar con una población que, si bien puede ser diversa en su capacidad adquisitiva, es pareja en su cultura general y, por lo tanto, al parecer de...

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