Lección y confesiones

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

Pocos respondían las preguntas que les iba haciendo el actor boricua, quien apostó a una informalidad que marcaba mascando chicle. Así, entre chistes, fue presentando material de los proyectos que ha grabado.

"Me siento un poco ridículo", dijo. Ser maestro no es lo suyo y lo dejó saber. "He hecho casi toda mi carrera en el exterior", comentó, añadiendo que "hay que buscarse las habichuelas dondequiera".

El resto de su conferencia tuvo un mensaje claro: "Con foco y pasión todo es posible". Aunque enfocado en que "no se necesitan millones para buen cine", Alberti igual hizo confesiones.

"Llevo casi 13 años de carrera y todavía a veces me da vergüenza, porque no sé si me van a reconocer. Pero uno se lo tiene que creer", expresó. Además, dijo que a cada rato lo confunden con un cantante.

Admitió que si tuviera que engordar o afeitarse la cabeza por un personaje lo haría. Y reveló que se ha deprimido porque cuando le han quitado un personaje, ve que pudo hacer un mejor trabajo que a la persona que se lo dieron.

Citó a Ricky Martin, a quien visitó esta semana en Broadway. Según él, el vocalista le dijo que "cuando a uno le toca el turno de hablar (en escena), uno a veces se va en blanco".

También subrayó que "William Levi es amigo mío de toda la vida...

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