Sentencia de Tribunal Apelativo de 10 de Junio de 2011, número de resolución KLAN200900189

EmisorTribunal Apelativo
Número de resoluciónKLAN200900189
Tipo de recursoApelación
Fecha de Resolución10 de Junio de 2011

LEXTA20110610-001 Pueblo de P.R. v. Roldán Flores

Estado Libre Asociado de Puerto Rico

EN EL TRIBUNAL DE APELACIONES

REGIÓN JUDICIAL DE HUMACAO

PANEL ESPECIAL

(ORDEN ADMINISTRATIVA NÚM. TA-2011-133)

EL PUEBLO DE PUERTO RICO Apelado v. WILLIAM ROLDÁN FLORES Apelante
KLAN200900189
Apelación procedente del Tribunal de Primera Instancia, Sala de Humacao Crim. Núm.: HSCR2007-02326 Sala: 201

Panel especial integrado por su presidente, el Juez Morales Rodríguez, el Juez Rivera Román y el Juez Rivera Colón.

Morales Rodríguez, Juez Presidente

SENTENCIA

En San Juan, Puerto Rico, a 10 de junio de 2011.

El apelante William Roldán Flores confesó haber matado a Lucía Báez Cruz el 20 de julio de 2007. Fue procesado por tribunal de derecho. El 16 de enero de 2009 el Tribunal de Primera Instancia le halló culpable de asesinato en primer grado en su modalidad de premeditación. Lo condenó a noventa y nueve años de reclusión. Acude ante nosotros mediante apelación. Plantea que no desfiló prueba que estableciera, más allá de duda razonable, la concurrencia del elemento de premeditación; que el asesinato admitido fue atenuado en la modalidad de súbita pendencia.

Como adelantamos medió en este caso una confesión de los hechos. Antes de resumir los testimonios objeto de la transcripción que fuera elevada, nos remitimos precisamente a la declaración jurada que prestó Roldán

Flores. Transcribimos fragmentos de dicho documento, el cual, obra en el expediente como parte de la prueba documental ofrecida por el Ministerio Público. El Fiscal leyó para el récord esa declaración. Quedó consignada en la transcripción de la prueba.

FISCAL: ¿Desea declarar?

TESTIGO: Sí.

[…]

Para el día 20 de julio de 2007 como a eso de las 9:30 o 9:40 de la noche yo me encontraba en mi casa, ubicada en el Barrio Asomante

II en el pueblo de Las Piedras. Estaba buscando unos recibos de teléfonos para ver unos chavos que me estaban cobrando, una penalidad de teléfono. Ahí llegó ella.

F: Quienes residen en la casa […]?

T: Yo y mis nenes, cuando me tocaba, Lucía no vive conmigo, pero se pasa en mi casa.

F: ¿Desde cuando Lucía no vive con usted?

T: Hacen dos meses. Lucía y yo decidimos separarnos. Ella estaba viviendo en los apartamentos llamados William

Velázquez, que es cerca de mi casa, pero se pasaba en casa. Lucía decía que no quería estar conmigo, que ya no sentía lo mismo por mí. El primer mes ella se pasaba en casa. Ya el segundo mes me llamaba del trabajo diciéndome que se iba quedar doblando turno o que sucedía cualquier cosa que ella se tenía que quedar. Una vez yo fui a su trabajo a ver si eran verdad que ella se quedaba doblando turno, no se quedó y se fue para mi casa.

[…]

Llegó vestida con uniforme y me pregunta que si donde estaban los nenes, yo le dije que estaban en casa de la vecina. Ella me dijo que si era así, que ella se hubiese quedado doblando turno o haciendo sus cosas, porque ella necesitaba espacio y tiempo para ella. Que el tiempo que iba a perder podía estar con Ángel.

F: Cuando usted menciona el nombre de Ángel, ¿a quién se refiere?

T: Lucía me dijo que ella tenía un amigo llamado Ángel, esto prácticamente desde que nos separamos.

[…]

Cuando me dijo eso, yo me sentí ofendido. Ahí se alteró y nos alteramos.

Yo le reclame que ella no tenía tiempo para los nenes, que los tiempos libres que tenía se quedaba en mi casa y cuando salía se pone bien irritable, los nenes le decía cualquier cosa y ella se alteraba. Ella me repetía que necesitaba tiempo y espacio y me manoteaba. Yo le agarro las manos. Seguimos forcejeando, empujándonos y ella me halaba la camisa, haciendo fuerza y yo hacía fuerza, y caímos al piso, ahí Lucía me coge por el cuello, esto en el comedor y seguimos el forcejeo, nos levantamos, hasta que llegamos al cuarto de nosotros, a la puerta, allí caímos al piso, ella en el piso y yo encima de ella, cerca de la puerta. Ahí nos levantamos y volvimos a caer en el piso, al lado de la cama hasta que yo la estaba estrangulando y ella se defendía, haciendo fuerza y con las manos me empujaba hasta que la estrangulé. Después que me di cuenta que ella estaba sin vida, porque no tenía movimiento. Le remov[í] los pantalones, le baje el pantie

y el pantalón hasta el tobillo. Yo la vire y me puse encima de ella, yo me bajo el pantalón y la ropa interior, me masturbe y entonces la penetro. Yo eyacule dentro de ella, esto fue rápido, ya, una eyaculación precoz porque me había masturbado. Visto a Lucía, me visto yo, recojo la casa, la limpio un poquito, ya que había un poquito de sangre en el comedor y en el cuarto de dormitorio, con papel toalla y mapo.

[…]

Eché el papel toalla en una bolsa plástica de supermercado y el mapo lo lavé y lo exprimí y lo...

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