Sentencia de Tribunal Apelativo de 29 de Junio de 2012, número de resolución KLAN201101049

EmisorTribunal Apelativo
Número de resoluciónKLAN201101049
Tipo de recursoApelación
Fecha de Resolución29 de Junio de 2012

LEXTA20120629-232 Ramos Vega V. Ryder Memorial Hospital

ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO

EN EL TRIBUNAL DE APELACIONES

REGIóN JUDICIAL DE HUMACAO

PANEL VI

ISABEL RAMOS VEGA, ET ALS
Demandantes - Apelados
v.
RYDER MEMORIAL HOSPITAL, ET ALS
Demandados - Apelantes
KLAN201101049 Apelación procedente del Tribunal de Primera Instancia, Sala de Humacao Civil núm.: HSCI 2008-0041 (206) Sobre: Daños y Perjuicios

Panel integrado por su presidenta, la Juez García García, la Jueza Varona Méndez y la Juez Gómez Córdova

Varona Méndez, Jueza Ponente

SENTENCIA

En San Juan, Puerto Rico a 29 de junio de 2012.

El apelante, Dr. Alexis Sánchez, nos solicita que revisemos una sentencia dictada por el Tribunal de Primera Instancia, Sala de Humacao, que declaró con lugar una demanda en daños y perjuicios, por impericia médica, presentada por la Sra.

Isabel Ramos Vega, el Sr. Israel Méndez y la Sociedad de Gananciales compuesta por ambos, Jayson Méndez y Marilyn Méndez (apelados).

I.

En sus determinaciones de hechos, el foro primario encontró probados los hechos que se relatan a continuación.

El 18 de enero de 2006 la señora Ramos acudió a la sala de emergencias del Hospital Ryder con fuerte dolor abdominal. Esta fue diagnosticada con colecistitis aguda por el doctor Sánchez, cirujano general de turno, quien el 19 de enero, realizó una colecistectomía por laparoscopía. Según el informe operatorio la operación transcurrió sin ninguna complicación, por lo que fue dada de alta al día siguiente, 20 de enero de 2006.

Para el 22 de enero la señora Ramos se quejaba de dolor abdominal intenso en el área de la cirugía, náuseas y vómitos. Esta fue llevada nuevamente a la sala de emergencia del Hospital Ryder, donde se ordenó un CT Scan abdominal y pélvico, que reveló fluidos perihepáticos y fluido libre “at cul de sac”. De acuerdo a los resultados del estudio se recomendó que, de sospecharse un “leak”, se considerara hacer un “HIDA Scan”.1 Los resultados de los laboratorios realizados para esta misma fecha mostraban la bilirrubina total en 4.2 y la directa en 2.4. Para el 24 de enero esta había aumentado a 5.9 la total y a 3.9 la directa.

Conforme a las órdenes del doctor Sánchez, el 26 de enero se le realizó un HIDA Scan a la señora Ramos que reveló que había flujo del rastreador dentro del ducto biliar hepático al ducto biliar común. Sin embargo, en algún punto al entrar al colédoco ocurría una obstrucción por donde se salía el isótopo radiactivo. La impresión de dicho estudio era una sospecha de un derrame biliar.

Así las cosas el 27 de enero de 2006 se le realizó a la señora Ramos un sonograma abdominal que reveló una pequeña cantidad de líquido perihepático y periesplénico sin formación de biloma abdominal. Además el estudio indicó una leve dilatación del ducto biliar común de aproximadamente 1.2 cm. Al día siguiente, la señora Ramos continuaba con dolores abdominales, afebril y con la bilirrubina total en 4.1.

Ante el cuadro clínico reseñado, el doctor Sánchez ordenó un ERCP2, lo antes posible, con el propósito de descartar una piedra, daño o estrechez en el ducto común. Como en el Hospital Ryder no contaban con las instalaciones necesarias para esto, el 30 de enero de 2006 la paciente fue transferida al Hospital HIMA de Caguas donde el Dr. Ginés Martínez, gastroenterólogo, realizó el estudio. Durante dicho estudio se le realizó a la paciente una esfinterotimia para ayudar a drenar la bilis acumulada.

Así también, el doctor Ginés observó que salía un poco de bilis del área de la herida y que de un punto en adelante del ducto no pasaba mas tinte, por lo que entendió que este se encontraba completamente obstruido. Como resultado de sus observaciones el diagnóstico de este estudio fue ‘liqueo’ de árbol biliar con “high grade transection” del conducto biliar común.

Trasladada de vuelta al Hospital Ryder, en las notas de progreso del 31 de enero de 2006 el doctor Sánchez indicó que se consultaría con radiología intervencional para la posible realización de un “Percutaneous Transhepatic Cholangiography” (PTC) y “stenting”.3 El 1 de febrero de 2006 se realizó otro CT Scan que reveló “ascites”4 y un biloma abdominal de 3,000 cc5. Con estos resultados y el continuo dolor de la paciente el doctor Sánchez les comunicó, a la paciente y sus familiares, que todas las gestiones realizadas para hacer el PTC

habían sido infructuosas por problemas con el plan médico. Además, les informó sobre la condición delicada de la señora Ramos y se les instruyó sobre que el Hospital Ryder no contaba con las facilidades para realizar el estudio (PTC), por lo que había la posibilidad de transferir a la paciente a otra institución con servicios de radiología especializados. Para esta fecha, 2 de febrero de 2006, la bilirrubina total de la paciente se encontraba en 2.9, lo que no es compatible con obstrucción biliar.

Ante el constante dolor de la paciente el 3 de febrero de 2006 el doctor Sánchez decidió realizar una laparotomía exploratoria para drenar todo el fluído biloso, y colocar dos catéteres de Hemovac para continuar drenando. Así también colocó una línea central para nutrición y suturó el muñón distal del ducto biliar común. En el informe operatorio se indicó que había una acumulación de bilis de 3,000 cc, sin formación de absceso, filtración de bilis proximal a la unión del ducto común hepático. Durante la cirugía también se identificó el muñón distal del ducto común biliar, mas no así el muñón proximal debido a la inflamación severa y el abundante tejido desvitalizado.

Consecuentemente la señora Ramos permaneció en cuidado intensivo desde el 3 de febrero hasta el 7 de febrero. Durante este periodo los drenajes Hemovac recogían 400 cc en 24 horas. Por otro lado, el dolor de la paciente había disminuido por lo que se descontinuó el lazo gástrico y se comenzó con nutrición parenteral. De otro lado, los laboratorios del 6 de febrero mostraban que la bilirrubina total de la paciente había disminuido a 2.6 y también se encontraba de mejor espíritu.

Entre el 7 y el 9 de febrero de 2006 los drenajes estaban recogiendo 300 cc en 24 horas y la dieta iba progresando. No obstante, el 10 de febrero la paciente volvió a sentir dolor abdominal, por lo que detuvieron la dieta enteral y la pusieron en nutrición parenteral completa. Para el 12 de febrero el dolor era persistente, así que se refirió para un MRCP con el propósito de evaluar los ductos biliares intrahepáticos para un posible PTC.

El MRCP se realizó el 13 de febrero y reveló que el ducto biliar común estaba en continuidad. En este momento la señora Ramos aun no padecía de estrechez.

Posterior al estudio, la paciente experimentó malestar, náuseas persistentes y vómitos y continuaba drenando 300cc cada 24 horas. Por otro lado, los laboratorios indicaban que la bilirrubina se encontraba dentro de los parámetros normales, por lo que la señora Ramos fue dada de alta el 22 de febrero, con un diagnóstico de “bile leak” y con los drenajes Hemovac.

A consecuencia de un drenaje tapado y con vómitos, náuseas, debilidad y dolor en el área de la herida, el 27 de febrero la señora Ramos fue admitida nuevamente al Hospital Ryder. Durante esta hospitalización, el 2 de marzo de 2006 se le realizó una endoscopía, resultando en un diagnóstico de gastritis y duodenitis.

Una vez estabilizada la señora Ramos fue dada de alta el 4 de marzo con diagnóstico de gastritis aguda.

Dos semanas después, el 17 de marzo, la paciente es nuevamente admitida con dolor abdominal e ictericia. A esta fecha los laboratorios mostraban una elevación en los niveles de la bilirrubina total a 7.0 y 4.8 la directa. El 22 de marzo se realizó un MRCP cuyo resultado mostró estrechez en el ducto biliar, por lo que el próximo día, le fueron removidos los drenajes de Hemovac y el 24 de marzo fue dada de alta con instrucciones de cita de seguimiento en 7 semanas y dieta baja en grasa.

El 30 de marzo es nuevamente admitida al hospital con diagnóstico de “obstructive jaundice”. Esta tuvo que ser trasladada el 3 de abril al HIMA de Caguas para realizar un segundo ERCP, donde el doctor Ginés encontró que el conducto biliar estaba estrecho, en la misma área donde el primer ERCP mostró que el tinte dejaba de correr. Ante dicho resultado este dilató el área y colocó un “stent”, con el propósito de evitar someter a la paciente a otra cirugía, permitiendo de esta manera que la bilis pudiese fluir. El ERCP también reveló que el ducto cístico se encontraba en buen estado y los ductos intrahepáticos levemente dilatados, característico de una obstrucción.

La paciente fue trasladada nuevamente al Hospital Ryder donde fue dada de alta el 6 de abril con un diagnóstico de estrechez en el conducto biliar común y con instrucciones de cita de seguimiento en dos semanas. El 15 de junio regresó donde el doctor Ginés, quien la admitió al Hospital HIMA de Caguas como un “outpatient hospital” para realizarse un tercer ERCP. En este procedimiento cambió el primer “stent” y se realizó una dilatación del área pues continuaba la estrechez. La señora Ramos fue dada de alta el mismo día con un plan tratamiento para realizar cambios de “stent” cada 3 meses por el periodo de un año. Se le indicó que de no funcionar el tratamiento, se evaluaría para someter a la paciente a cirugía de árbol biliar.

El 10 de octubre el doctor Sánchez refirió a la señora Ramos al Dr. Diego Solís, indicando que el gastroenterólogo recomendaba cirugía de árbol biliar. El doctor Solís atendió por primera vez a la señora Ramos, quien se quejaba de dolor abdominal y estaba amarilla, el 16 de octubre de 2006.

Es admitida nuevamente al Hospital HIMA de Caguas, el 22 de octubre, con diagnóstico de “obstructive jaundice”, por lo que se le realizó un tercer ERCP.

En este se encontró que elstent estaba tapado, por lo que el doctor Ginés procedió a removerlo. No obstante, el área se encontraba tan estrecha que no pudo ser dilatada, por lo que no se pudo colocar otrostent. Así las cosas, el...

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