Sentencia de Tribunal Apelativo de 15 de Noviembre de 2001, número de resolución KLCE0100464
| Emisor | Tribunal Apelativo |
| Número de resolución | KLCE0100464 |
| Tipo de recurso | Recursos de certiorari |
| Fecha de Resolución | 15 de Noviembre de 2001 |
| CARMEN RIJOS CESÁREO, CARLOS SÁNCHEZ ROSARIO, ET AL. | | Certiorari Procedente del Tribunal de Primera Instancia Sala Superior de Bayamón Civil Núm. DDP96-0055 (1008) Sobre: Daños y Perjuicios |
Panel especial integrado por su presidente, el Juez Sánchez Martínez, la Jueza Cotto Vives y el Juez Arbona Lago.
RESOLUCIÓN
En San Juan, Puerto Rico, a 15 de noviembre de 2001.
Los demandantes Carmen Rijos Cesáreo, Carlos Sánchez Rosario y otros, nos solicitan que expidamos un auto de certiorari para que revoquemos una resolución interlocutoria del Tribunal de Primera Instancia, Sala Superior de Bayamón en San Juan, que denegó su solicitud para que se descalificase al licenciado Luis F. Montijo como abogado de uno de los médicos codemandados en este pleito. Veamos los antecedentes del recurso.
De los autos del caso surge que el doctor Boris Rojas Rodríguez es el perito anunciado por los demandantes Rijos-Sánchez. El día de la deposición que habrían de
tomarle los demandados a dicho perito 22 de noviembre de 2000,(1) luego de que el doctor Rojas Rodríguez fuese juramentado, el abogado de la parte demandante, licenciado Ricardo Ruiz Díaz planteó que no se le habían pagado previamente los honorarios al perito, algo que éste había solicitado como condición para ser depuesto. Adujo que, a pesar de que conocía que era uso y costumbre en la profesión hacer el pago después de la deposición, la realidad es que, como en este caso el doctor Rojas Rodríguez había requerido que se le hiciera un pago mínimo de $800 (por las primeras tres horas) al inicio de la deposición, así él se lo había requerido a los abogados de los demandados mediante carta de 15 de julio de 1999 y ninguno de los abogados objetó.(2)
El licenciado Montijo abogado del codemandado, doctor Guillermo Faget planteó que no había la obligación en ley de pagar anticipadamente los honorarios de un deponente y que él no los pagaba antes sino después, y sólo en proporción a lo que, como coparte, le correspondería pagar a su cliente. Para resolver el impasse, los abogados ofrecieron pagar sus respectivas aportaciones mediante cheques personales, pero en horas de la tarde, al reanudarse la toma de la deposición.
En ese momento el licenciado Montijo preguntó si, independientemente de que se le tomara la deposición o no al doctor Rojas Rodríguez, los documentos que se requirieron en la citación subpoena duces tecum, les serían entregados a las partes o si eso también formaba parte de la negativa del doctor Rojas Rodríguez. Mientras el licenciado Montijo hacía este planteamiento, el doctor Rojas Rodríguez se levantó de su asiento y abandonó la oficina en que se estaba tomando la deposición. Entonces, el licenciado Montijo expresó lo siguiente:
Que conste para récord que el doctor se ha levantado y se ha ido cuando yo estoy hablando. Aparte de que creo que es una falta de respeto, pero eso es eh poco demuestra lo poco profesional eh vamos a coger un break, no [¿yo?] voy a coger un break. Transcripción de la deposición, a la pág. 15.
Apéndice, a la pág. 89. Entonces, se decretó un receso.
En una querella que presentó después el doctor Rojas Rodríguez contra el licenciado Montijo ante la Oficina del Procurador General, el doctor Rojas Rodríguez relata lo sucedido en ese momento del modo siguiente:
En los momentos en que me retiraba, el licenciado Montijo comenzó a lanzar inuendos e insultos a este perito, preso de una ira incontrolable. No obstante esta situación, continué mi marcha fuera de los predios del cuarto donde me encontraba momentos antes.
Decidí entonces sentarme en el recibidor de las oficinas del bufete Miranda...
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