La ley de moda

Por Liz Sandra Santiago

lsrivera@elnuevodia.com

Ésta última tarea la realiza con tanto éxito que sus piezas son vendidas en Reinhold Jewelers, una de las joyerías más prestigiosas del País, y en la tienda Allamanda ubicada en Saint Tropez, en Francia.

"En marzo de 2009 viajé a Dubai con mi esposo y fue increíble porque ese viaje cambió mi vida. Allá venden muchas piedras semi preciosas y eso invita a que uno se haga algo, compré y las traje. Después fui a Nueva York, entré a una tienda que venden piedras y pregunté cómo se montaban. Me enseñaron y entonces hice mi primer collar. Recuerdo que me lo puse para una actividad y a todo el mundo le encantó y desde ahí empezó todo", relata.

Una vez Cortés completó varias piezas llamó a Marie Helen Morrow, propietaria de Reinhold, y la invitó a Ponce para mostrarle su trabajo. Recuerda que cuando se encontraron Morrow le dijo que si lo que le iba a mostrar se parecía a la joya que tenía puesta, le gustaba mucho.

Ahí comenzó una relación profesional que Cortés describe como "una bendición", porque le ha permitido mostrarle a otras mujeres que no hay edad para emprender un nuevo rumbo y realizar sus sueños.

En esta "nueva aventura", Cortés no está sola. Pues de los collares pasó a confeccionar una...

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