Ley Núm. 147 de 6 de octubre de 2010, para declarar el día 7 de octubre de cada año como el 'Día del Buen Trato' en Puerto Rico, a fin de concienciar a nuestro pueblo de la necesidad de brindar un trato respetuoso, amable y atento a los demás; y promover la tolerancia y el respeto mutuo.
Evento | Ley |
Fecha | 6 de Octubre de 2010 |
(P. del S. 1681)
LEY NUM. 147
6 DE OCTUBRE DE 2010
Para declarar el día 7 de octubre de cada año como el “Día del Buen Trato” en Puerto Rico, a fin de concienciar a nuestro pueblo de la necesidad de brindar un trato respetuoso, amable y atento a los demás; y promover la tolerancia y el respeto mutuo.
El Puerto Rico de hoy vive días convulsos como consecuencia de la polarización política y social que prevalece en nuestro pueblo. Si bien es cierto que esa situación no es exclusiva de nuestro País y de que hay consenso de que se trata de una crisis a nivel mundial, no es menos cierto que a nuestra querida Isla le ha afectado de manera contundente. Lo hemos visto ante esta crisis de violencia doméstica, violencia en nuestras calles, violencia producto de la delincuencia, de diferencias ideológicas o religiosas e incluso deportivas. Hemos sido testigos de cómo aún el deporte, que antes era símbolo de unidad y sano entretenimiento, se ha convertido en móvil para diferir con hostilidad y cómo sirve como materia para discusiones.
La historia de la humanidad entera ha sido una convulsa, de divisiones sociales, políticas, religiosas, económicas y en muchos otros campos. Más aún, se dice que no ha habido un solo año en la historia en el que se haya vivido en paz, sin ningún tipo de conflicto o guerra en algún rincón del planeta. Hoy se viven tiempos difíciles, producto de la grave crisis económica a nivel mundial y sus consabidas consecuencias: desempleo, suicidios, empobrecimiento, encarecimiento de los servicios y bienes de consumo y escasez, entre otras.
No obstante, siempre nos habíamos sentido afortunados en ser hijos de esta bendita tierra, precisamente por el carácter solidario, amable y cortés de nuestra gente. Nuestros valores nos hacían mirar con extrañeza los conflictos étnicos (Yugoslavia o Ruanda en los años 90), religiosos (Irlanda del Norte) o por ideologías políticas (la Guerra de Vietnam y Corea), entre tantos otros. Nos sentíamos privilegiados pues, ante conflictos en cualquier parte del globo, mirábamos los mismos con pesar, pero aliviados de que eran lejanos y ajenos a nuestra más preciada tradición de tolerancia y respeto. Puerto Rico, a pesar de haber vivido conflictos iguales o peores a los actuales, supo mantener una unidad de...
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