Una leyenda llamada CLEMENTE

Por Carlos Rosa Rosa

crosa@elnuevodia.com

Fueron las palabras de E.J. 'Buzzie' Bavasi, exvicepresidente de los Dodgers de Brooklyn, en referencia a la firma del jugador de béisbol puertorriqueño Roberto Clemente.

Brooklyn fue la primera organización que firmó al jardinero en febrero de 1952.

Según informes de prensa y biografías del jugador, los Gigantes de San Francisco y los Bravos de Milwaukee también se interesaron en los servicios de Clemente, que venía de jugar con los Cangrejeros de Santurce en la pelota invernal, a sus 18 años. Supuestamente, Milwaukee le ofreció hasta un bono de $ 30,000.

Clemente se inclinó por Brooklyn y pactó por un salario de $ 5,000 y un bono de $ 10,000.

En aquella época, la liga les requería a los equipos que firmaban jugadores por un salario o bono superior de $ 4,000 a protegerlos en el equipo grande por dos años o corrían el riesgo de perderlos en el sorteo especial de la temporada muerta.

Brooklyn optó por enviarlo a la filial Triple A con la novena The Montreal Royals, sabiendo que, probablemente, lo perderían en el draft.

Ese año, Bavasi trató de convencer a los Piratas de que seleccionaran al lanzador John Rutherford en el sorteo. Cada equipo tenía derecho a un turno.

Branch Rickey, un exdirectivo de los Dodgers, trabajaba para los Piratas y lucía inclinado a aceptar el ofrecimiento. Sin embargo, las negociaciones entre Rickey y el propietario de los Dodgers, Walter O'Malley, no prosperaron y el acuerdo se cayó, recordó Bavasi.

"Así fue como obtuvieron a Clemente", dijo Bavasi.

En noviembre del 1954, mientras Clemente jugaba con Santurce, los Piratas, que venían de registrar la peor marca en todas las Mayores, seleccionaron al boricua en el primer turno, sin pensar que, posteriormente, se convertiría en una de las figuras emblemáticas de la organización.

Adquirieron sus derechos por solo $ 4,000. Era una cantidad de dinero menor a la que había devengado al estampar su firma con Brooklyn, pero la oportunidad de demostrar su talento a diario no tenía precio.

Iniciaron los campos primaverales y Clemente buscaba su espacio en el equipo grande. Según una de sus biografías, el mejor jardinero de los Piratas, Frank Thomas, solicitó más dinero y perdió gran parte de los entrenamientos.

Con 20 años, Clemente aprovechó la oportunidad y fue incluido en el roster. Originalmente, Clemente eligió el número 13. Más tarde en la campaña lo cambió al 21. Trascendió que lo hizo porque su nombre completo, Roberto...

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