Libre en su camino

Por Leyra E. González Pérez

lgonzalez@elnuevodia.com

Subimos al segundo nivel y se sentó en un mueble que parecía traído del pasado. Aún con la cámara de frente, lució relajada, y cómoda con su café.

"¿Lo tengo que dejar fuera para que no se vea en la foto?", preguntó de inmediato.

Para nada. La idea es, precisamente, conversar en un encuentro casi informal, de esos que se suelen dar entre amigos o vecinos que comparten sus vidas sorbo a sorbo.

"Tengo una supermáquina en mi casa donde lo preparo", admite quien ha visitado muchas haciendas cafetaleras en la Isla. "Me encanta. Tomo como cinco tazas al día. Una al levantarme, luego otro como a las diez de la mañana, pues, porque es el de esa hora. Después uno al terminar el almuerzo y otro como a las tres de la tarde. El último es un poco antes de acostarme porque no me quita el sueño".

De acuerdo a la situación, lo toma para relajarse o despertarse. Así que posiblemente los cafecitos de estos días sirvan para ambos propósitos: como una pausa de su ajetreada agenda que el jueves la llevará a Las Vegas para la entrega de los premios Grammy -en los que presentará un premio y está nominada en la categoría "Mejor álbum pop femenino" por su disco "Boleto de entrada- y, por otro lado, como un remedio para mantenerse alerta mientras trabaja en los temas de su tercer disco.

¿Pensaste que tu vida sería así de ajetreada?

Todo el mundo piensa en eso porque es lo que uno añora, pero nunca cree que será así. Es el sueño de muchos, pero es totalmente diferente cuando se hace en realidad. En el sueño tu piensas que todo es viajar y conocer lugares y eso está un poco lejos de la realidad.

¿Cómo es la realidad?

Uno cree que va a conocer muchos países y no es así. Lo que conoces son cabinas de radios, canales de televisión, periodistas... Es mucho trabajo. Pero la parte más bonita es que ves al público.

¿Creciste con la música?

Sí. Mami (Miguelina de Jesús) ha sido maestra de música por 35 años y mi papá (Antonio García) tocaba piano y acordeón. A los seis años empecé a tocar el violonchelo y es lo que he hecho toda mi vida. A los 16 fue que decidí tomar como instrumento la guitarra porque, obviamente, sería gracioso cantar mis canciones con un chelo.

¿Lo has tratado?

Hasta el momento no. Pero ahora volví a tocarlo y he intentado incluirlo en mis presentaciones. Lo haré más adelante. Cantar y tocar el violonchelo a la vez es muy difícil, así que hay que practicarlo.

¿A quién imitabas de pequeña?

¡Ay! Es horrible porque mis papás nunca me compraban discos. No tenían el dinero...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR