LIBRE DE PRESIÓN

POR JOSÉ SÁNCHEZ FOURNIER

Enviado Especial

Cotto, quien chocará con Margarito el próximo 3 de diciembre en el Madison Square Garden de Manhattan, tuvo un día sumamente cargado ayer.

Entrenó por la mañana en el Holden Park de esta ciudad y luego le dedicó varias horas de la tarde a un fuerte trabajo físico y técnico en el K.G. Boxing Gym. Aún así sacó tiempo para ver un poco de televisión, ir de compras y compartir con su madre, Juana, y abuelo materno, don Juan, que se hospedan junto a él y su grupo en una residencia de dos pisos en esta ciudad.

Temprano en la mañana, Miguel desayunó cereal y luego salió de la casa acompañado de su séquito a bordo de dos vehículos. El equipo también incluye a su hermano José Miguel, a su mano derecha, Bryan Pérez, a su preparador físico, Phil Landman, a su masajista María de Lourdes González, a otros asistentes y a un equipo de filmación de la telecadena HBO, que está grabando el programa 24/7 de esta pelea y el cual no le pierde ni pie ni pisada al peleador cagüeño.

Camino al parque, el grupo andaba sin prisa. Se detuvieron para recoger a su nuevo entrenador, el cubano Pedro Luis Díaz Benítez, y para comprar hielo. Llegaron al parque a las 8:05 am.

Luego de hacer estiramientos, Miguel salió a correr por el tranquilo y espacioso parque pasivo, acompañado de su 'chata', el peleador mexicano Marco Antonio Rubio. Mientras corría, Cotto escuchaba música salsa en un iPod. "Eso yo creo que Miguel lo sacó de mí", dijo su madre, mientras lo observaba correr. "Yo, sin música, no hago nada".

Luego de la corrida de 20 minutos, Miguel comenzó una curiosa rutina de ejercicios que incluyó cortas carreras de velocidad cuesta arriba, 'zigzaguear' entre los arbustos con guantes puestos y guantear tras girar como un trompo, para simular el mareo que causa un golpe fuerte. Pedro, quien se la pasó sacándole el cuerpo a las cámaras de HBO, lo instruyó continuamente. En momentos Miguel lució realmente extenuado.

"La primera semana fue dura, de mucho cansancio", sostuvo Cotto más tarde, sobre la rutina bajo Díaz Benítez. "Pero ya el cuerpo se va acostumbrando".

"Estamos trabajando duro las piernas", comentó Díaz, quien soltó poca prenda cuando se le preguntó en torno a los aspectos tácticos que trabajan para la revancha. "Al principio estaba débil (de piernas). Pero ya no".

Luego de la faena matutina, Junito y su equipo regresaron a casa. Miguel se duchó y salió en uno de los autos, por sí solo. Cuando regresó, lo hizo con un...

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