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En el limbo la comunidad Jurutungo

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Por Keila López Alicea

keila.lopez@elnuevodia.com

Ocho años después, siguen con las manos vacías y se enfrentan a la realidad de que ya no tendrán sus casas nuevas en Jurutungo. Mientras tanto, las familias que se quedaron atrás ya no viven entre callejones, sino frente a una vena de fango que les recuerda la falta de atención de un gobierno cuyos funcionarios no van por allí desde que tumbaron las casas que fueron entregadas.

Y es que los fondos asignados en el 2002 para el Fideicomiso Perpetuo de Comunidades Especiales -un instrumento de financiamiento creado por la exgobernadora Sila M. Calderón para realizar proyectos en sectores pobres de la Isla- o se gastaron o están comprometidos y no queda nada para los trabajos incompletos.

"Vinieron y nos prometieron casas nuevas. Mucha gente entregó su casa. Mi hermano fue uno de los que se fue, y ahora nos dicen que el Estado ya no tiene interés en esto", relató Sandra de León, quien ha vivido en el lugar todos los 53 años de su vida.

De León ahora cuida a sus nietos entre mosquitos, ratas y sabandijas que antes no estaban allí, pero que ya convirtieron se alojaron en los terrenos baldíos y llenos de maleza donde antes había casas. La mujer dijo que estaba dispuesta a entregar su residencia, pero para moverse a un lugar permanente y no regresar a Jurutungo.

Wanda Paniagua, otra vecina de la comunidad, señaló que ni siquiera instalaron los postes de alumbrado que se necesitaban.

Mientras tanto, De León sigue viviendo entre terrenos baldíos y un camino de fango inundado, todo a pasos de un cuartel policíaco.

"Ahora mismo estamos en el tribunal... Tú vas a...

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