Llamado del arzobispo a servir a los demás

Por Osman Pérez Méndez

operez@elnuevodia.com

Decenas de personas se habían acomodado en la calurosa Catedral de San Juan y aguardaban pacientemente por el comienzo de la ceremonia.

"Esta noche celebramos la misa de la cena del Señor", dijo el arzobispo para dar inicio al lavatorio, mientras los presentes buscaban refrescarse con los abanicos eléctricos, y algunas damas sacudían abanicos de mano.

El coro comenzó a cantar, sonaron los campanazos, y más personas se sumaron al grupo ya congregado.

Asistieron a la celebración personas de todas las edades, incluyendo una significativa cantidad de jóvenes y niños. Una dama incluso acudió con su mascota que, educadamente, se mantuvo todo el tiempo en silencio a su lado.

Por un instante, los presentes lucían inmersos en la espiritualidad del momento, al tiempo que el olor a incienso inundaba la nave.

Todos compartían el fervor por los pobres y modestos.

Al referirse a la ceremonia del Jueves Santo y en general a los acontecimientos de la Semana Santa como los que "cambiaron la historia", monseñor González Nieves reflexionó específicamente en el significado del lavatorio de pies.

"(Con el lavatorio) Jesucristo nos da una gran lección. Nos dice: 'No vine para ser servido, sino para servir'. Jesús nos revela que en el servicio a los demás, Él se ve servido", dijo el arzobispo, añadiendo un poco más de emoción a sus palabras, mientras algunas personas más se...

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