Llegó por la Ley 22 y ahora es dueño de equipo

Sentado solo, en la mesa y con micrófono en mano, él inicia la conferencia de prensa casi antes de que se diera por iniciada oficialmente, y de que los demás protagonistas se unieran.Un jersey de los Cangrejeros con el número 21 de Roberto Clemente en el dorso, es su principal pieza del atuendo, complementado por unos pantalones que llegan poco más abajo de las rodillas. Si tuviera algo de ‘blin blin’ alrededor del cuello, y una gorra con su visera hacia atrás, tal vez se parecería en algo a su socio 25 años menor, y copropietario del equipo de Santurce, el afamado intérprete del género urbano Daddy Yankee.Pero no hacen falta esos accesorios para que Thomas Axon luzca como un dueño de equipo no convencional en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBBPR). Se trata de un neoyorquino natural de Brooklyn, con una amplia cartera de negocios que facturan millones de dólares."Soy raro", dice. En realidad que lo es. No sabía nada de la historia del béisbol boricua y en lugar de esconderlo como harían otros, lo admite en plena conferencia de prensa. No teme al insulto por confesar que no sabía que Roberto Clemente era puertorriqueño. Ahora utiliza un ‘jersey’ con su nombre al dorso.Ese es Tom Axon, de 70 años. Hace casi tres años entró como accionista mayoritario de Santurce, y aunque hasta ahora había estado fuera del radar, ya tiene un campeonato (2019-2020) en la liga como propietario de equipo.Amenazó con llevarse a los Cangrejeros de la capital, quejándose de las condiciones en que se encuentra el Estadio Hiram Bithorn y que no está apto para jugar béisbol.De ese y otros temas conversó en un aparte con El Nuevo Día.La fanaticada querrá saber quién es usted. ¿Quién es Tom Axon?—Soy un buen tipo, me encanta el béisbol. No vine a Puerto Rico por el béisbol. Vine a Puerto Rico por motivos de impuestos. Soy uno de los tipos de la Ley 60. Vine para ahorrar impuestos. Cuando vine aquí, fui a un partido de Santurce. No sabía que el béisbol es una parte tan importante de la historia de Puerto Rico. Así que de todos modos, fui al juego.¿Desde cuándo vive en Puerto Rico y cómo se dio esa idea de entrar a la liga?—Cuatro años. Vivo aquí a tiempo completo. El primer juego al que fui… ¿conoces a Jay Jay, la mascota? Se convirtió en un gran amigo mío. Jay Jay me vio por primera vez. Vino (se acercó) con su disfraz grande. Me agarró, me abrazó y me dijo: ‘Gracias por venir aquí a salvar el béisbol de Puerto Rico’. Le dije, ‘¿de qué estás hablando?’...

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