De locura

Por Rubén A. Rodríguez

rrodriguez1@elnuevodia.com

Valdés, quien se retira del béisbol al concluir la actual temporada invernal, por fin arribó y rebasó la cifra de los 500 hits de por vida el pasado domingo para convertirse en el sexagésimo quinto jugador en la historia.

El batazo -un sencillo a la banda derecha- fue conectado en la tercera entrada del partido entre los Gigantes de Carolina y los Atenienses de Manatí ante los envíos de Orlando Alfonso.

"Fue un momento lindo. Estaba loco por darlo. Pero si loco estaba yo por darlo más locos estaban mis padres, que me preguntaban cuándo lo daría. Todo el mundo estaba esperando ese hit", dijo riendo el veterano jugador de 39 años que al pegar dos imparables en ese juego rebasó a Cirilo Cruz en la lista con 501.

Irónicamente, Cruz es el coach de primera base de los Gigantes.

"Fue una recta cortada (cutter). En el primer turno me la tiró y me obligó a batear por el siore. Entonces me la repitió y yo la estaba esperando".

Valdés, único integrante de los Gigantes que proviene de la desaparecida franquicia de los Senadores de San Juan, explicó cuán difícil se le hizo poder alcanzar la marca.

¿La razón? Los lanzadores contrarios apenas le han servido buenos pitcheos para batear, principalmente en esta segunda etapa del torneo.

Al entrar en la segunda parte, a Valdés solo le restaban tres imparables. Pero los lanzadores comenzaron a trabajar excesivamente cuidadosos con el loiceño, quien en este intervalo de tiempo recibió 14 bases por bolas y seis pelotazos.

"Recuerdo que hablé con los muchachos tras un juego que tuvimos con Ponce y les dije que a mí no me iban a pitchear. Que me iban a lanzar incómodo. Que estuvieron listos ellos. Les dije que no se pusieran presión. Que en todo caso la presión era mía que me faltaban dos hits. También les dije que el batazo iba a caer", recordó Valdés, quien debutó en el torneo en la temporada del 1993-94.

Valdés, de 39 años, reconoció como válida la estrategia de muchos de los equipos contrarios en las últimas semanas. Ante lo competitivo del torneo, las novenas contrarias están haciendo lo indecible por impedir que los buenos bateadores saquen provecho de sus...

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