Una lucha infatigable

JAIME TORRES TORRES

PERIODISTA

¿En qué consistió realmente la gesta de Mandela, al que el papa Juan Pablo II recibió en El Vaticano? ¿Qué hizo que Su Santidad Francisco compartiera sus condolencias con su familia y lo presentara como inspiración a las generaciones de sudafricanos al "poner la justicia y el bien común en el primer plano de sus aspiraciones políticas"? ¿Cómo ha trascendido su obra para que el arzobispo de San Juan, monseñor Roberto González, haya afirmado que "fue el Gandhi de nuestros tiempos"?

Mandela luchó contra el hecho de que la población blanca de cinco millones sometiera a su antojo, mediante la segregación y opresión racial institucionalizada, a 24 millones de africanos negros. Esa mayoría fue privada del derecho al voto y fue condenada a vivir hacinada en los "bantustanes" (comarcas tribales que entonces se limitaban al 13% del territorio). Los negros eran tratados como "extranjeros ilegales", expuestos en su cotidianidad a restricciones a la hora de trabajar o viajar.

El "apartheid" acarreó índices elevados de enfermedad, hambre, desnutrición, desempleo, analfabetismo y mortalidad infantil.

El padre Similo Mngadi, vocero de la Conferencia Episcopal de Sudáfrica, dijo que el fallecimiento de Mandela, de 95 años, es una gran baja para los católicos sudafricanos y del mundo entero. "Mandela te hacía sentir humano y querer ser humano.

Para los católicos y su libertad, si lo definiera en una palabra, sería: reconciliación. Fue un hombre bueno que supo unir a todo el mundo".

En 1995 el papa Juan Pablo II...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR