Lucha por una vida mejor

Mucho antes de dirigir la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, Nelson I. Colón Tarrats aprendió el valor del trabajo ayudando a su papá, que era pulidor de diamantes, y más tarde, siendo universitario, haciendo labores de mantenimiento a cambio de un vivir en un cuarto.Esos trabajos son parte de una historia en la que destacan su compromiso con el servicio a los demás, los derechos humanos, la afirmación de su afrodescendencia, la lucha por la equidad y el trabajo por mejorar la calidad de vida del "otro" en diversos ámbitos.Nació en 1947 y se crió en la Calle Victoria del casco urbano de Ponce, en una familia negra de clase media que valoraba mucho la educación, hasta el punto de que él, sus tres hermanas y sus tres hermanos terminaron estudios universitarios. Su madre terminó el cuarto año con estudios nocturnos y, luego, estudió pedagogía. Su padre hizo dos años universitarios en Administración, pero se destacó como empleado de una fábrica de Ponce, donde pulían diamantes y en la que escaló todos los puestos, desde aprendiz hasta llegar a dirigirla. Sin embargo, un infarto a los 42 años motivó a su padre a montar un taller de pulido de diamantes en su casa, que fue donde él tuvo su primera experiencia laboral.Esa experiencia fue parte de los "pilotes" que lo formaron y que lo han ayudado a transitar por una vida que inició con "una niñez con sus retos y sus oportunidades. Uno de los obstáculos era ser una familia negra en Ponce, que tenía clubes y escuelas a las que no podías ir", recuerda. Sin embargo, su familia, una escuela pública de calidad y experiencias extracurriculares en la organización Boys Scouts of America y la YMCA "fueron el apoyo que tenía como joven para seguir la vida hacia delante", asegura el hombre de 73 años. Parte de ese apoyo también lo obtuvo en la iglesia bautista a la que asistía con sus padres, "donde se desarrollaba liderazgo, servicio y un sentido de conexión con algo más allá de uno".El coro al que perteneció de niño y, luego, en la escuela superior, también ayudaron. De hecho, "ahí me encuentro a quien era el gran director de esa época, Augusto Rodríguez, me identificó y entré a la Universidad de Puerto Rico (UPR) con una beca del coro".Se hospedó en el Seminario Evangélico, donde tuvo gran influencia de corrientes teológicas, particularmente, de la Teología de la Liberación, y donde se empapó del pensamiento de servicio y defensa de los derechos humanos. Consideró ser ministro bautista, pero optó por...

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