¡Qué luchadora!

Por Fernando Ribas Reyes

fribas@elnuevodia.com

Ese jueves, Ortega pasó junto a las Pinkin a las semifinales del Voleibol Superior, a donde ni ella ni el equipo se supone que llegaran.

"Estoy feliz porque me habían dicho que me debería retirar, que el cambio a Corozal era malo, y ahora estamos en las semifinales", dijo la jugadora.

Ortega comenzó el 2013 en Caguas. Venía de una inactividad por embarazo y, tras un pobre comienzo de las Criollas en la temporada regular, el equipo la cambió a Corozal.

Ortega llegó a Corozal a sustituir a una de las mejores acomodadoras del momento, Michelle Nogueras, quien regresó en el cambio a Caguas.

Y en contra de los pronósticos, Ortega pudo sostener el juego que Nogueras y las Pinkin habían alcanzado cuando ocurrió el cambio.

"Llegué aquí cuando el equipo tenía marca de 4-9 y todo el mundo dijo que el cambio no iba a funcionar", dijo Ortega, quien corrió al equipo a marca de 7-2 en sus últimos nueve partidos de la temporada regular.

No es la primera vez que Ortega tiene que superar los pronósticos. Hace 10 años le sucedió igual.

Estando con las desaparecidas Playeras de San Juan, Ortega se negó a jugar central, como quería el equipo, porque sentía que el acomodo era su posición. San Juan terminó cambiándola a Carolina.

Y Ortega se hizo acomodadora en Carolina y pagó con dos campeonatos corridos para las Gigantes.

Ortega no se detuvo ahí. La naranjiteña pasó...

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