Lucido

Raúl J. Feliciano

"Una auténtica revolución republicana" es lo que Luis Fortuño ha llevado a cabo en Puerto Rico. Con voz de amante esposa y fanática incondicional, Luz Eufemia lo proclamó frente a los rabiosos miembros del Tea Party. Quizá el "oral talk" original decía una "auténtica regresión republicana". ¡Ups!

El instinto primordial de los conservadores es reprimir. Y Fortuño, el "vicepresident wanabí" del partido que aboga por la pena de muerte y por el desmantelamiento del estado benefactor, nos ha atosigado esa represión. Bajo el Fortuñato, Puerto Rico ha retrocedido en calidad de vida, paz, libertades y justicia social.

En el contexto del colonialismo puertorriqueño, hemos vivido gobernados por dos partidos obsesionados con la "unión permanente" con Estados Unidos. Hemos vivido gobernados por seres faltos de creatividad que sólo importan a nuestra isla los modelos represivos que no funcionan "allá".

En tres de cuatro índices de calidad de vida, Estados Unidos no clasifica entre los primeros diez países y en el que sí aparece ocupa la posición número siete.

Tampoco se encuentra entre los primeros diez países en términos de libertad de prensa (¡47!), ni en...

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